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Un país para renaturalizarlo

Iniciativas de renaturalización urbana en España

Un país para renaturalizarlo
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Publicado en:

202. Cuarto Trimestre (2022)
NÚMERO 202


ARCHIVADO EN:

Medio Ambiente

05/05/2023

TEMAS

Medio ambiente

Sostenibilidad

Valencia, Cartagena, Salamanca, Gijón y Lleida son cinco ejemplos del gran listado de ciudades españolas que encabezan proyectos para recuperar la presencia de la naturaleza en las ciudades. Corredores verdes, renaturalización de ríos, aumento de zonas de arbolado y fomento de la biodiversidad autóctona son algunas ideas para repensar un planteamiento insostenible y conseguir que lo urbano sea más respetuoso con el medio ambiente.


 

Ya lo dijo el poeta Antonio Machado: "Al andar se hace el camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar". Si se mira hacia atrás en la historia urbana de España, una de las sendas que los expertos recuerdan que no se ha de volver a pisar es la de la desnaturalización. Es decir, ese proceso en el que, en pos de urbanizar y construir ciudades, por el camino se olvidó la importancia del medio ambiente.

Del marrón de la tierra, el verde de árboles y plantas y el azul de ríos y fuentes queda poco; se pasó al gris del cemento y el negro del asfalto. "Las ciudades suelen ser espacios fuertemente artificializados en los que el suelo natural y permeable ha sido histórica y progresivamente sustituido por sustratos impermeables, actualmente hormigón y asfalto. La presencia de láminas y cauces de agua naturales ha desaparecido y, en el mejor de los casos, cuando no se han entubado bajo el asfalto, se han sustituido por estanques y colectores de sustrato también artificial. La vegetación se limita a espacios ajardinados y arbolado viario que sobrevive a duras penas en un ambiente hostil, y la fauna es meramente testimonial", describe el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana del Ajuntament de València, Sergi Campillo.

Una descripción que no se ciñe exclusivamente al territorio español. "Los espacios verdes urbanos ocupan superficies relativamente bajas no solo en España, sino en todas las capitales europeas, según muestran datos como los de Urban Atlas. Durante demasiado tiempo, las ciudades han sufrido un proceso de sobrepoblación, expansión y pérdida de espacios para la naturaleza y para las personas", apostilla  la directora de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), Elena Pita.

No se trata solo de una cuestión de aspecto. Sin una infraestructura verde las ciudades se asfixian, empeora la calidad del aire, aumenta el efecto isla de calor y, en definitiva, prolifera la contaminación. La buena noticia es que la naturaleza es agradecida cuando se la nutre bien y que las ciudades se pueden readaptar.

Si el camino se hace al andar, el de la renaturalización ya lo han iniciado muchas ciudades españolas de manera urgente para recuperar servicios ambientales básicos para mejorar la calidad de vida, no solo de la ciudadanía, sino también de la biodiversidad.

 

Sin una infraestructura verde las ciudades se asfixian, empeora la calidad del aire, aumenta el efecto isla de calor y, en definitiva, prolifera la contaminación.

 

 

Valencia

Valencia es la ciudad con la que es imperativo abrir esta selección, ya que ha sido reconocida como Capital Verde Europea para 2024, un distintivo que otorga la Unión Europa al fomento de políticas medioambientales y sostenibilidad urbana. Solo hay que caminar por sus calles para apreciar la gran cantidad de zonas verdes urbanas, lideradas por el frondoso Jardín del Turia, el parque urbano público situado en el antiguo cauce del río Turia que atraviesa una gran parte de Valencia.

Siguiendo su cauce hacia el sur de la ciudad, ahora hay una nueva propuesta de renaturalización del tramo final del río llamada  'Llit Nou, Riu Nou'. "El nuevo cauce del Turia es una infraestructura hidráulica construida en su momento como cauce de laminación de avenidas y destinada a evitar que se repitiera el luctuoso episodio que asoló la ciudad en 1957", explica Sergi Campillo del Ajuntament de València. El vicealcalde se refiere a la gran riada de Valencia, que causó al menos 81 muertos y numerosos daños materiales.

En sus palabras, "el vasto canal constituyó también una herida en el corazón de poblaciones aledañas y se erige hoy como una barrera de 12 kilómetros de longitud flanqueada de autopistas". Ahora, la propuesta de su renaturalización persigue "restañar su impacto social y ambiental en la medida de lo posible y recuperar su extensa superficie como corredor verde y parque periurbano".

No es el único impacto que Valencia busca mitigar: el del tráfico también está en el punto de mira. "El tráfico rodado convencional, el transporte privado y el comercial son los principales responsables en Valencia de la contaminación y de las emisiones de gases de efecto invernadero, además de la contaminación acústica, y convierten a la ciudad en un medio hostil para las personas, especialmente en el caso de la infancia y los mayores", señala Campillo.

 

"Todos los espacios son susceptibles de acoger vegetación nativa o adaptada a nuestro clima, jardines verticales, cubiertas ajardinadas o incluso refugios de fauna que favorezcan el despliegue y la consolidación de una ciudad más natural", destaca Sergi Campillo, vicealcalde y concejal de Ecología Urbana del Ajuntament de València.

 

Para paliarlo, han aprobado proyectos como la creación del bulevar Federico García Lorca, un gran corredor de un kilómetro que permitirá el soterramiento de las vías de tren que durante 170 años han partido los barrios del sur de Valencia, por lo que no solo se generará nueva infraestructura verde, sino que se coserá una parte de la ciudad, antes incomunicada. Se prevé que la obra, financiada entre el Estado, la Generalitat Valenciana y el Ajuntament, se inicie en el primer trimestre de 2023 con un presupuesto de alrededor de 550 millones de euros.

Aunque los haya, el problema de los espacios verdes urbanos es que no se distribuyen de manera uniforme ni equilibrada, recuerda el concejal. Por eso buscan reducir ese desequilibrio y remodelar las zonas verdes. También hay actuaciones en otros ámbitos y espacios urbanos, enumera Campillo: "Nuevos espacios verdes de acompañamiento viario hasta los proyectos de reurbanización, rehabilitación de edificios o desarrollo de nuevos planes urbanísticos. Todos son susceptibles de acoger vegetación nativa o adaptada a nuestro clima, jardines verticales, cubiertas ajardinadas o incluso refugios de fauna que favorezcan el despliegue y la consolidación de una ciudad más natural".

La tecnología y la innovación son parte importante de todo lo acometido y del nuevo Plan Verde y de la Biodiversidad de Valencia, ya que "todas las actuaciones en materia tanto de infraestructura verde como de movilidad o espacio público incorporan soluciones innovadoras y basadas en la naturaleza, desde drenajes sostenibles para recuperar el agua de lluvia y minimizar su evacuación, hasta sensores que permiten monitorizar y optimizar la gestión de los recursos", señala el vicealcalde.

 

Recreación de la renaturalización del Bulevar Gª Lorca (actualmente una playa de vías) y Recreación del proyecto 'Llit Nou, Riu Nou' para renaturalizar el nuevo cauce del Turia. Foto: Ayuntamiento de Valencia

 

 

Cartagena

Cartagena (Región de Murcia) está bañada por el Mediterráneo y conserva numerosas ruinas de su pasado romano, momento en que la ciudad (fundada por los cartagineses cerca del año 220 a.C.) alcanzó su auge histórico. Entre esas ruinas se encuentra el conjunto de Canteras Romanas de Cartagena, un yacimiento arqueológico del tiempo de la Hispania Romana que ahora formará parte de un corredor verde dentro de los proyectos de renaturalización de la ciudad.

El 'Bosque romano' es la propuesta de este "proyecto ambicioso de renaturalización de espacios públicos que lucha contra los efectos del cambio climático y, en concreto, contra la desertificación", explica Cristina Mora, concejal de Ciudad Sostenible del Ayuntamiento de Cartagena. La idea es "generar un corredor verde de comunicación recuperando y poniendo en valor el conjunto de Canteras Romanas de Cartagena", añade.

 

"Los efectos del cambio climático se van a ir acentuando con el paso del tiempo. A la hora de pensar en jardines, públicos y privados hay que desechar conceptos que consuman abundantes recursos hídricos y evitar el empleo de vegetación invasora", afirma Cristina Mora, concejal de Ciudad Sostenible del Ayuntamiento de Cartagena.

 

El proceso de renaturalización incluirá distintas parcelas de una amplia zona y quieren que sean los propios cartageneros quienes formen parte activa de su regeneración. "Este proyecto no es una obra, es un programa de actuaciones donde se implica a todos los vecinos, concienciando, ayudando a transformar sus jardines, retirando especies invasoras y actuando sobre los espacios y jardines públicos, para finalmente crear un gran corredor verde que abrace a los núcleos urbanos desde San José Obrero hasta Canteras", detalla Mora.

No es el único proyecto en marcha de la ciudad portuaria murciana. "Se han llevado a cabo múltiples acciones de renaturalización, sobre todo en los entornos urbanos, como la reforestación del Cabezo Ventura en Los Camachos, en colaboración con la Fundación Sierra Minera, y la reforestación del monte de Atalaya con la Fundación Repsol. Además ha sido el primer proyecto de compensación de dióxido de carbono que afronta el Ayuntamiento de Cartagena", desglosa la concejal. También continúan renaturalizando espacios urbanos con vegetación autóctona, cambios en el modelo de jardinería y lucha contra especies invasoras y alóctonas para conseguir jardines más adaptados climáticamente.

Justo en la adaptación climática se basa la innovación de la ciudad, ya que "las necesidades hídricas son el gran condicionante de presente y futuro", algo que tienen muy presente en Cartagena, afirma Mora: "Los efectos del cambio climático son ya sensibles y se van a ir acentuando con el paso del tiempo. A la hora de pensar en jardines, públicos y privados hay que desechar conceptos que consuman abundantes recursos hídricos, así como evitar el empleo de vegetación invasora que tanto daño está haciendo a la biodiversidad del municipio".

La vista está puesta en el futuro, pero ¿qué ocurrió en el pasado en Cartagena? La concejal cree que la ciudad se desnaturalizó debido a la pavimentación de amplias zonas verdes y la falta de arbolado en calles y avenidas. Ahora hay una oportunidad de revertir este proceso, y otra de las vías que tienen en el horizonte y para la que buscan iniciativas es la creación un corredor biológico desde Cartagena hasta el Espacio Natural de La Muela Cabo Tiñoso.

 

Muchas ciudades ya han iniciado de manera urgente el camino de la renaturalización para recuperar servicios ambientales básicos para mejorar la calidad de vida.

 

 

Salamanca

Salamanca (Castilla y León) no solo alberga la universidad más antigua de España. Esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad trabaja en numerosos proyectos de renaturalización y tiene aproximadamente un árbol por cada habitante. Una cifra óptima, ya que la Organización Mundial de la Salud recomienda por lo menos un árbol por cada tres habitantes para que el aire que se respira en las ciudades sea de buena calidad.

La ciudad castellanoleonesa posee la Estrategia de Infraestructura Verde 'Savia Red Verde de Salamanca', una iniciativa que busca "una ciudad más saludable, competitiva en la economía verde y a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático", afirma Miryam Rodríguez, concejala de Medio Ambiente, Parques y Jardines del Ayuntamiento de Salamanca.

Según la concejala, esta estrategia "contempla cerca de 300 medidas a desarrollar durante 15 años para unir naturaleza y patrimonio, mejorando la salud urbana, cohesionando los barrios y generando oportunidades de empleo en torno al medio ambiente". Ya hay iniciativas en ejecución que buscan la renaturalización de la ciudad mediante corredores e infraestructuras verdes, que permitan la reducción del efecto isla de calor.

Por ejemplo, EDUSI TORMES+ mira al río Tormes, afluente del Duero, para transformarlo en un espacio natural más integrado en la vida urbana. "Se ha creado un nuevo parque de 100.000 metros cuadrados con 617 huertos urbanos y una lonja para eventos agroalimentarios que ha permitido recuperar una zona degradada junto al río, se han reformado dos parques y se han construido carriles peatonales y ciclistas, entre otras acciones", enumera Rodríguez.

Salamanca también tiene un proyecto del programa LIFE para crear un nuevo corredor de infraestructura verde en la Vía de la Plata, antigua vía romana de 6,9 kilómetros. La iniciativa engloba diferentes elementos claves y pioneros, recopila la concejala: "Plantación de 100.000 ejemplares de especies arbustivas y árboles, todos ellos autóctonos y de bajo consumo hídrico; implementación de la infraestructura verde en una ciudad Patrimonio de la Humanidad; uso de tecnologías como el aprendizaje automático; e implicación y participación ciudadana".

 

Paseo fluvial de la zona Aldehuela. Foto: Ayuntamiento de Salamanca

 

 

El proyecto se realizará en zonas que van desde la Corona de Secano de la zona norte, pasando por las partes urbanas del municipio, hasta la conexión con el Tormes, la vaguada del Zurguén o la zona de monte bajo del sur de la ciudad que conecta con su dehesa.

Este y otros proyectos para incrementar los espacios verdes y la masa arbórea, como 'Bosques Savios' o 'Alcorques Savios', contribuyen a evitar la pérdida de biodiversidad, y a mejorar la salud urbana y de los salmantinos. "Se busca favorecer a las especies autóctonas con bajos requerimientos hídricos y que soportan bien las variaciones de temperatura, además de reemplazar las especies con efectos sobre alergias y utilizar herramientas naturales para combatir las plagas", añade Rodríguez.

 

"En el proyecto LIFE Vía de la Plata se plantarán 100.000 ejemplares de especies arbustivas y árboles, se implementará una infraestructura verde en una ciudad Patrimonio de la Humanidad y se usarán tecnologías como el aprendizaje automático", afirma Miryam Rodríguez, concejala de Medio Ambiente, Parques y Jardines del Ayuntamiento de Salamanca.

 

 

Gijón

En Gijón (Asturias) la cosa va de ríos. La ciudad está inmersa en una renaturalización que ha sido necesaria principalmente por dos motivos, detalla el concejal de Proyectos de Ciudad, Olmo Ron: "El desarrollo industrial de la ciudad, que ha supuesto, entre otras cosas, una elevada presión sobre los cauces fluviales de los ríos de la ciudad, sobre todo, en los ríos Piles y Pilón; y un desarrollo urbanístico desordenado derivado de actuaciones iniciadas en la década de 1970".

En el río Pilón ya se han iniciado trabajos de conservación, gracias a un convenio con la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, para la adecuación de la vegetación del cauce y la retirada de árboles secos, enfermos o con peligro de caída en el dominio hidráulico, explica Ron.

Por su parte, el proyecto de renaturalización de los ríos Piles y Peñafrancia, que tiene como objetivo recuperar los ecosistemas naturales de ambos cauces, ha recibido tres millones de euros de los fondos europeos Next Generation. "Las líneas generales de actuación serán la eliminación de barreras transversales y la recuperación de la continuidad longitudinal; la disminución de la rigidez de los laterales del cauce y la mejora de la conectividad lateral; la dotación de mayor anchura para el espacio fluvial y la recuperación de la estética ecológica de las sendas fluviales", detalla el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gijón, Aurelio Martín.

Entre las acciones que se acometerán se creará un bosque de ribera, se plantará arbolado en el estuario, se crearán revestimientos laterales vegetales en los muros de escollera y se eliminarán los azudes y la isleta donde está instalado el anillo navegable, según subraya Martín.

Pero hay renaturalización más allá de los ríos, y en Gijón están estudiando el proyecto 'Gijón Ecoresiliente', que incluirá actuaciones a varios niveles. Por ejemplo, con la implementación de jardines de lluvia, "elementos de drenaje urbano sostenible que se crean con el fin de aprovechar el agua de superficies impermeables recolectándola, almacenándola y filtrándola", define Pedro Guerrero, director general de Obras Públicas. Con este sistema, que se construye formando pequeñas excavaciones en el terreno, se aumenta su permeabilidad, produciendo filtraciones más lentas al terreno inferior. Además "se alivia el sistema tradicional de alcantarillado, evitando colapsos en grandes avenidas de agua, y se pueden plantar plantas autóctonas".

 

"Vamos a trabajar en la renaturalización del antiguo poblado minero de La Camocha y en la creación de un laboratorio de permacultura urbana en el parque de Los Pericones, uno de los pulmones verdes de la ciudad", destaca Olmo Ron, concejal de Proyectos de Ciudad del Ayuntamiento de Gijón.

 

Otra idea dentro de 'Gijón Ecoresiliente' es el proyecto de corredores, que "se basa en la generación de microconectores verdes, franjas de terreno caracterizadas por conectar zonas verdes importantes de la ciudad, que albergan abundante vegetación que facilita el aumento de biodiversidad y conectan hábitats verdes, actualmente fragmentados e inconexos", describe Guerrero. A futuro, estos corredores se conciben como espacios amigables para el tránsito que favorezcan la movilidad de la población.

Otros proyectos sobre la mesa incluyen "la renaturalización del antiguo poblado minero de La Camocha, mediante actuaciones como la restauración de terrenos, vertederos y otros lugares degradados y contaminados para la recuperación de la biodiversidad y la flora autóctona; y la creación de un laboratorio de permacultura urbana en el parque de Los Pericones, uno de los pulmones verdes de la ciudad", apunta Olmo Ron.

 

Lleida

En Lleida (Cataluña), la catedral románico-gótica, la Seu Vella, vigila la ciudad desde lo alto de una colina bordeada por el río Segre. Por su parte, la Paeria (Ayuntamiento) de Lleida vigila a su vez la renaturalización de la ciudad. Una de las iniciativas es precisamente que la catedral sirva como refugio climático.

"La Seu Vella es especialmente interesante porque es un espacio verde central en la ciudad rodeado por el centro histórico, un barrio que dispone de pocas zonas verdes. Para que funcione como refugio climático se proponen unos itinerarios con arbolado continuo, además de la construcción de unas pequeñas zonas húmedas que atemperen el efecto climático y sean puntos de interés para la biodiversidad",  describe Esther Fanlo, responsable de Ecología y Sostenibilidad de la Paeria.

 

"Hasta ahora se ha maltratado a los árboles de la ciudad con pequeños alcorques y pavimento compactado. Tenemos que avanzar para plantear nuevas formas de tratar el suelo urbano y mejorar la infiltración de agua en zonas pavimentadas", afirma Esther Fanlo, responsable de Ecología y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Lleida.

 

Aunque sea una iniciativa llamativa, desde el ayuntamiento no quieren que la renaturalización de la ciudad sea algo exclusivamente puntual ni central, sino que se extienda a todo el municipio. "Tenemos un proyecto de ciudad con acciones que afectan a todo el término municipal y al territorio colindante. Por ejemplo, hemos planteado sendas urbanas que atraviesan la ciudad y conectan los espacios de la red natural del municipio, lo que permite la conexión del entorno periurbano con el centro", añade Fanlo.

Además, estas sendas arboladas conectan la ciudad con los parques de la ciudad, que "son espacios de ocio, pero también de renaturalización y biodiversidad: se puede compatibilizar tener sistemas naturales y el uso y disfrute de las zonas verdes". Ahora, quieren incluir esta iniciativa en puntos de discontinuidad, como los puentes que atraviesan el río donde no hay vegetación ni arbolado. En definitiva, Fanlo explica que quieren "pasar de tener parques y jardines a disponer de una infraestructura verde, que es un concepto superior".

La ciudad ya dispone de ejemplos como el Parque de la Mitjana o la canalización del río Segre, "que tienen un tratamiento de ecosistema natural, a la vez que cumplen funciones de uso público de parques urbanos", señala Fanlo, y tienen proyectos piloto como la naturalización de la calles Riu Ebre y Doctor Fleming, donde se busca disminuir el tránsito y aumentar las zonas verdes.

 

Ciudad de Lleida. Foto: Ayuntamiento de Lleida

 

 

Para reverdecer Lleida, la responsable explica que se quiere innovar haciendo uso de diferentes tipos de plantas autóctonas, para no tener solo árboles y césped, sino también otras plantas que florezcan en diferentes épocas del año y favorezcan la polinización.

En la ciudad catalana también ponen el acento en el tratamiento de los suelos, una parte básica de la ciudad que ha sido menoscabada y donde hay que aplicar innovación. "Hasta ahora se ha maltratado a los árboles de la ciudad con pequeños alcorques [agujero que se hace alrededor del tronco de una planta] y suelo compactado, y nos quejábamos de que las raíces levantaban el pavimento. Pero no es que el árbol esté mal puesto, ¡es que el suelo está mal aplicado!", exclama Fanlo. Por eso, ahora "tenemos que avanzar para plantear nuevas formas de tratar el suelo urbano, quitar pavimentos y mejorar la infiltración de agua en zonas pavimentadas para poder recogerla".

 

Con las iniciativas, ayudas y buenas ideas que hay sobre el mapa urbano español, se busca que España deje de ser un país para renaturalizarlo y pase a ser un territorio resiliente, sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

 

 

Un país en vías de renaturalización

Cartagena, Valencia, Lleida, Salamanca y Gijón son cinco ejemplos de éxito en el mapa de la renaturalización de España, pero no son los únicos. En Pontevedra planean cómo liberar y restaurar el cauce urbano del río Gafos, en Pamplona diseñan cubiertas vegetales para edificios públicos, por toda Castilla y León renaturalizan patios de centros escolares, en Girona miran a sus ecosistemas naturales y fluviales para recuperar el estado ecológico de los ríos y en Santa Cruz de Tenerife dirigen la mirada hacia parques periurbanos que necesitan ser reforestados.

También hay varias ciudades españolas elegidas entre las ciudades faro que señalan el camino hacia el cumplimiento del Acuerdo de París. "Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza han sido incluidas en la Misión de ciudades climáticamente neutras e inteligentes que coordina la Comisión Europea", explica Elena Pita de la Fundación Biodiversidad del MITECO.

El objetivo de la Misión de ciudades es ayudar a 100 ciudades europeas a alcanzar la neutralidad de carbono en 2030, prestándoles apoyo para que desarrollen, financien y ejecuten un plan que acelere su transición hacia la descarbonización y la resiliencia. "Se trata de una gran oportunidad para España y un reconocimiento al trabajo que realizan estas ciudades en materia de acción climática", añade Pita.

No son las únicas que recibirán apoyo en España, porque desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico se ha puesto en marcha la Plataforma espejo de Colaboración para la Neutralidad Climática de las Ciudades Españolas. "El objetivo es ayudar al resto de ciudades españolas de más de 50.000 habitantes y capitales de provincia comprometidas con la renaturalización. La Plataforma también ofrecerá servicios de formación y acceso a la información para alcanzar estos objetivos en las ciudades de más de 20.000 habitantes", indica Pita.

La directora también subraya el esfuerzo en materia de renaturalización que van a realizar los ayuntamientos y entidades locales beneficiarios de las ayudas de las convocatorias que está impulsando la Fundación Biodiversidad en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), con medidas como jardines verticales o cubiertas verdes, huertos urbanos, calles arboladas con especies autóctonas, bosques urbanos, anillos verdes y renaturalización de tramos urbanos de ríos.

Con las iniciativas, ayudas y buenas ideas que hay sobre el mapa urbano español, se busca que España deje de ser un país para renaturalizarlo y pase a ser un territorio resiliente, sostenible y respetuoso con el medio ambiente; también, desde las ciudades.


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