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Turó de la Peira: más que un polideportivo

Turó de la Peira: más que un polideportivo
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Publicado en:

191. Primer Trimestre (2020)
NÚMERO 191


ARCHIVADO EN:

Urbanismo

30/07/2020

TEMAS

Instalaciones deportivas

Parques y jardines

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El Ayuntamiento de Barcelona convocó en 2014 un concurso de ideas para la ordenación paisajística del interior de manzana y un equipamiento deportivo consistente en una piscina interior climatizada y una pista polideportiva.

La propuesta ganadora fue valorada por la integración paisajística del edificio singular vegetalizado en un interior de manzana y por su apuesta por la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.

 

Antes del polideportivo

El barrio del Turó de la Peira se caracteriza por una gran densidad de bloques de viviendas de gran altura y pocos espacios verdes.

El patio de manzana donde se realizó la intervención es un espacio enmarcado por una trama heterogénea de diferentes tipologías de viviendas y ocupado, antes de la actuación, por dos equipamientos dispersos y obsoletos; una piscina y una pista exterior.

Era un entorno urbano inhóspito y desestructurado, caracterizado por la suma de espacios residuales de superficies duras, muros y escaleras de hormigón que salvaban el desnivel existente entre las dos calles y por una ausencia total de vegetación.

 

 

Regeneración urbana con una infraestructura verde

Se propuso una regeneración integral a nivel urbanístico, concentrando los dos equipamientos en un solo edificio, con el fin de liberar espacio y crear un gran jardín. Una operación de desmineralización y renaturalización, eliminando muros y superficies duras y salvando los desniveles con taludes ajardinados que permiten diferentes recorridos adaptados y crean zonas de estar y juegos infantiles.

El interior de manzana se ha convertido en un espacio público ajardinado que aporta calidad ambiental, que es un lugar de relación social, y que sirve de preámbulo del equipamiento.

 

El edificio es un elemento más del jardín

El edificio se sitúa semiempotrado en el terreno, adaptándose a la topografía y salvando el desnivel existente entre las dos calles. La fachada a la calle Sant Iscle se configura como un frente urbano, con un porche en esquina que amplía la acera y nos invita a entrar.

El edificio minimiza su impacto hacia el jardín con una galería verde que lo envuelve. La vegetación del jardín se dobla y sube por la fachada dejando una grieta que recoge la entrada de la piscina. El edificio es otro elemento del jardín y dialoga con el espacio verde exterior.

 

 

Naturalización y calidez de los espacios

La propuesta pone especial énfasis en las percepciones que el espacio físico transmite al usuario.

La iluminación natural, la vegetación y la utilización de materiales como la madera, aportan un ambiente acogedor y cálido, alejado de la frialdad característica de muchos equipamientos similares.

El nuevo equipamiento se compone por la superposición de dos grandes espacios; piscina climatizada en planta baja y pista polideportiva en la planta superior.

La pista deportiva se desarrolla en las dos plantas superiores y disfruta de buena iluminación y vistas sobre el jardín. La entreplanta a nivel de calle permite la comunicación visual sobre la piscina y es donde se sitúan los espacios de servicio, vestuarios y recepción.

Una rampa semiexterior conecta directamente la calle Sant Iscle con la pista donde además de la práctica deportiva, está prevista la celebración de otro tipo de eventos.

 

Energía: sostenibilidad y eficiencia energética

La concepción del edificio con criterios de arquitectura pasiva junto con la aplicación de nuevas tecnologías, han conseguido un edificio muy eficiente a nivel energético. Recientemente el equipamiento ha obtenido la calificación LEED platinum.

 

 

Arquitectura pasiva

El diseño del edificio se ha realizado con criterios de arquitectura pasiva. El volumen compacto y empotrado en el terreno minimiza la superficie de fachada evitando pérdidas térmicas.

El acondicionamiento climático de la pista se realiza exclusivamente de manera natural. Ventanas laterales combinadas con 24 lucernarios están monitorizados mediante un sistema inteligente de automatización que funciona con sensores de temperatura, humedad, CO2 y lluvia, garantizando la ventilación e iluminación natural.

La configuración de las distintas partes de la envolvente se ha determinado de forma selectiva según la orientación solar y requerimientos de cada espacio en función de los datos proporcionados por el programa de simulación termodinámica Energyplus de Design-Builder y Radiance para iluminación natural.

 

Espacio bioclimático: fachada verde

Una galería vegetal compuesta por jardineras lineales y malla de acero electrosoldada por donde trepan las plantas, rodea el edificio protegiéndolo del asoleo, tamizando la luz y creando un espacio bioclimático que permite disfrutar de los cambios de estación y floración durante todo el año.

 

Sistemas eficientes: monitorización y aerotermia

La climatización de la piscina y la producción de agua caliente se produce mediante un sistema muy eficiente de aerotermia que aprovecha la producción eléctrica fotovoltaica. Se han implantado también sensores y sistemas de control que optimizan todas las instalaciones.

 

 

 

Sostenibilidad

En cuanto a las necesidades energéticas, el edificio cuenta con más de mil metros de cubierta ocupados por placas fotovoltaicas, que generan 95.534 kWh anuales.

En cuanto a los materiales de construcción, cabe explicar que las excelentes características de la madera en relación a su ciclo de vida, fue una de las razones por las que se eligió este sistema prefabricado de madera laminada, con nulo impacto ambiental, ya que su huella ecológica es considerada cero. Se valoró asimismo su buen comportamiento mecánico, adecuación al ambiente de la piscina, ligereza y consiguiente ahorro en cimentación y muy especialmente su rapidez de ejecución, en un entorno difícil. Toda la madera está certificada PEFC y el suelo de madera, FSC.

Se potencia el ahorro de agua utilizando especies autóctonas y cultivo hidropónico, que resultan en espacios verdes con bajo consumo de riego. Las especies locales adaptadas al clima mediterráneo en la urbanización y en la fachada verde. El sistema de plantación de fachada es hidropónico, elegido por su ligereza, durabilidad del sustrato, capacidad de retención de agua y facilidad de instalación.

El consumo de agua es otro aspecto importante, a ese respecto, un gran depósito situado en el sótano recoge el agua pluvial desde la cubierta para su reciclaje y utilización para la totalidad del riego de la fachada verde.

Se recuperan también las aguas grises de ducha para su reutilización para el 100% de las descargas de wc.

También la urbanización del jardín se compone de superficies permeables donde los desniveles se construyen con taludes vegetales que acaban en franjas drenantes que recogen el agua de lluvia para retornarla en su totalidad al freático.

 

Singularidad y complejidad de la estructura

La estructura principal del edificio es especialmente singular por tratarse de dos espacios de grandes luces superpuestos (27m pista y 21m piscina). Se le añade además una subestructura metálica colgante que atraviesa la piel de la fachada y sirve de soporte de la galería verde. Esta complejidad estructural fue objeto de un estudio muy específico para definir los diferentes elementos que fueron fabricados en su totalidad en taller y montados en obra en 8 semanas.


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