La Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria ha incorporado tecnología de carga bilateral robotizada, vehículos electrificados y propulsados por combustibles renovables a sus operaciones diarias, consolidando un modelo de gestión más eficiente, sostenible y alineado con los objetivos de transición ecológica en los municipios de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía
La gestión de residuos sólidos urbanos se ha convertido en un ámbito estratégico para los municipios, donde convergen la necesidad de garantizar un servicio público esencial, el compromiso con la sostenibilidad ambiental y la optimización de los recursos económicos y humanos.
La Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria, integrada por los municipios de Ingenio, Agüimes y Santa Lucía, ha puesto en marcha un nuevo servicio de recogida de residuos que incorpora una serie de novedades de gran relevancia técnica y operativa. Estas innovaciones suponen un cambio estructural en el modelo de prestación, apostando por la robotización, la electrificación y el uso de combustibles renovables.
La actuación más relevante del nuevo modelo es la implantación de un sistema de recogida monopuesto con carga bilateral robotizada,
La actuación más relevante de este nuevo servicio es la implantación de un sistema de recogida monopuesto con carga bilateral robotizada, orientado a optimizar los procesos operativos. Este nuevo modelo, que incorpora 19 unidades DAF-NORD de carga bilateral destinadas a la gestión de las fracciones de resto, envases ligeros (envases mixtos) y papel y cartón, supone una reconfiguración integral del sistema anterior, basado en contenedores soterrados, recolectores de carga trasera con grúa y tripulaciones formadas por un conductor y dos peones.
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Desde su puesta en marcha, el sistema ha permitido mejorar notablemente la eficiencia y aumentar las cantidades recogidas de papel y cartón y envases ligeros, lo que a su vez ha contribuido a una reducción significativa del uso del contenedor de fracción resto.
Las fracciones de envases mixtos y papel y cartón continúan recogiéndose en los contenedores de carga superior con sistema seta F90, instalados en la Mancomunidad desde 2007. La novedad reside en la integración de estas fracciones en el modelo de recogida bilateral monopuesto, que proporciona una operativa más ágil y homogénea.
Los datos iniciales reflejan una mejora significativa en el rendimiento del servicio, con un incremento aproximado del 15 % en las toneladas recogidas de papel y cartón y un 3 % en la fracción de envases ligeros, lo que confirma el impacto positivo del nuevo sistema.
Los datos evidencian un aumento en la eficiencia del nuevo servicio, con un incremento aproximado del 15 % en la recogida de papel y cartón y del 3 % en la fracción de envases ligeros
La mayor innovación se produce en la fracción resto, que deja de recogerse mediante el sistema de carga trasera en contenedores soterrados para pasar a ser gestionada a través de vehículos de carga bilateral.
Esta transición ha requerido un esfuerzo inversor muy significativo por parte de la Mancomunidad, ya que ha sido necesario adaptar los 1.230 huecos de contenedores soterrados existentes e incorporar nuevos contenedores compatibles con el sistema de recogida bilateral.
El resultado, por tanto, integra las ventajas tradicionales del sistema soterrado —como el menor impacto visual, la reducción de olores, la mejor accesibilidad y la mayor integración urbana— con las prestaciones operativas del sistema de carga bilateral robotizada, que aportan menor exposición del personal en vía pública, mayor rapidez en las operaciones, así como mejoras significativas en seguridad vial y laboral.
El cambio de modelo representa un avance sustancial en la eficiencia organizativa, ya que anteriormente cada vehículo de carga trasera precisaba una tripulación de tres operarios —un conductor y dos peones encargados de acoplar los contenedores y manejar la grúa—. Con el nuevo sistema de carga bilateral robotizada, la operación puede ser ejecutada por un único conductor desde la cabina, mediante un brazo mecánico con control digital.
El paso del sistema tripuesto al monopuesto ha supuesto una optimización superior al 60 % en la utilización de personal por vehículo, manteniendo idénticos niveles de cobertura y calidad del servicio.
Esto permite liberar recursos humanos que pueden ser reasignados para reforzar otras áreas del servicio, como:
La recogida de vertidos incontrolados.
El incremento de la frecuencia de recogida en determinadas zonas.
El mantenimiento preventivo de contenedores.
El apoyo en nuevas actividades de gestión y control.
En términos de eficiencia, el paso de tripuesto a monopuesto representa una optimización de más del 60% en el uso de personal por vehículo, manteniendo la misma cobertura de servicio.
Uno de los ámbitos críticos en la gestión de residuos municipales es la atención a los vertidos incontrolados y la recogida de enseres voluminosos. En este ámbito, la Mancomunidad ha reforzado su actividad con la incorporación de 13 vehículos de caja abierta, de los cuales 6 son 100% eléctricos.
Vehículos eléctricos de apoyo
La introducción de vehículos de caja abierta totalmente eléctricos en este segmento del servicio supone una innovación destacada, ya que permite eliminar emisiones contaminantes locales durante la recogida de enseres; reducir el impacto acústico, clave en operaciones en horario nocturno o en zonas residenciales y reforzar la imagen de sostenibilidad y compromiso ambiental del servicio.
Esta apuesta por la electrificación se integra con la estrategia global de la Mancomunidad de avanzar hacia un modelo de movilidad más limpio, en línea con los compromisos del Pacto Verde Europeo y los objetivos de neutralidad climática.
El despliegue de la flota del nuevo servicio incluye además otros equipos especializados, entre los que se encuentran 4 camiones de caja abierta con grúa, destinados al mantenimiento de contenedores; 2 camiones lava-contenedores, que garantizan la higiene y salubridad del parque de recipientes y 7 recolectores de carga trasera de 26 toneladas, que permanecen operativos para tareas específicas y apoyo en situaciones de alta demanda.
Este conjunto asegura que el servicio disponga de la versatilidad necesaria para cubrir tanto la recogida ordinaria como las necesidades extraordinarias de mantenimiento, limpieza y refuerzo.
Otra de las principales innovaciones del nuevo servicio es la implantación generalizada del uso de HVO (Hydrotreated Vegetable Oil o aceite vegetal hidrotratado) como combustible alternativo sostenible. Este biocombustible de segunda generación, producido a partir de aceites vegetales y residuos grasos tratados con hidrógeno, se distingue por ser totalmente compatible con los motores diésel convencionales, sin requerir modificaciones técnicas. Además, puede utilizarse mezclado con gasóleo o como sustituto completo.
Entre sus principales beneficios medioambientales, el uso de HVO permite reducir hasta un 90 % las emisiones netas de CO₂ en comparación con el diésel fósil, además de disminuir de forma significativa la emisión de contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx), el dióxido de azufre (SO₂) y las partículas finas (PM). En conjunto, estos efectos contribuyen a una mejora sustancial de la calidad del aire y, por extensión, a la protección de la salud pública.
Asimismo, el uso de HVO se alinea con los principios de economía circular, ya que se trata de un combustible elaborado a partir de residuos orgánicos y subproductos, lo que contribuye a cerrar el ciclo de los recursos.
El modelo implantado se erige como una referencia en la gestión local de residuos en España, al integrar de forma conjunta robotización, electrificación y el uso de combustibles sostenibles
Por todo lo anterior, puede concluirse que el nuevo servicio de recogida de residuos de la Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria constituye un avance estratégico en innovación tecnológica, sostenibilidad y eficiencia.

Las mejoras introducidas marcan un punto de inflexión en la gestión de residuos de la región, ya que la Mancomunidad no solo eleva la calidad del servicio ofrecido a la ciudadanía, sino que además se sitúa a la vanguardia del cumplimiento de los objetivos ambientales y de la modernización de los servicios públicos.
El modelo implantado, por tanto, se consolida como una referencia técnica en la gestión local de residuos en España, al integrar robotización, electrificación y combustibles sostenibles dentro de un único esquema operativo eficiente y replicable.
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