Sanimobel cabecera
FCC web

Artículos y reportajes


Pruebas piloto y nuevas tecnologías como palanca hacia un nuevo modelo de recogida de residuos

Mejorar el reciclaje pasa por la realización de un análisis exhaustivo de la cadena de valor de los residuos

Pruebas piloto y nuevas tecnologías como palanca hacia un nuevo modelo de recogida de residuos
876

Publicado en:

200. Segundo trimestre (2022)
NÚMERO 200


ARCHIVADO EN:

Medio Ambiente

16/09/2022

TEMAS

Medio ambiente

Residuos

Autor: David Martínez Raventós, Mancomunitat Penedès-Garraf.

Según el Artículo 11, de la Directiva Marco de Residuos 2008/98 de 19 de noviembre, modificada por la Directiva 2018/851, de 30 de mayo de 2018 (Unión Europea), los índices de recogida selectiva de residuos urbanos (RSU) tendrán que alcanzar, como mínimo, el 55%, 60% y 65% en los años 2025, 2030 y 2033, respectivamente.

En los últimos datos actualizados en el Instituto Nacional de Estadística (INE), los índices de recogida selectiva en España sólo suponen un 22% del total de residuos recogidos. A pesar de que la tendencia en los últimos años es positiva, el margen de mejora sigue siendo mayúsculo, dado el horizonte fijado por la normativa europea anteriormente mencionada.

Mejorar el reciclaje en todo el Estado pasa por la realización de un análisis exhaustivo de la cadena de valor de los residuos. Cierto es que con la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, el Gobierno de España aborda los principales retos de la misma e introduce líneas estratégicas más directas que la Ley de Residuos de 2011; sobre todo, fijando actuaciones dirigidas a fomentar y practicar la reutilización de los residuos por parte de les actividades industriales y, en general, intentar minimizar la generación de plásticos, una de las fracciones más generadas y cuyo mal uso o selección daña nuestro entorno natural de forma sustanciosa.

Por otro lado, elementos que susodicha ley también recoge e impactan directamente en el mundo local son la obligación de la aplicación del impuesto sobre vertido e incineración de residuos y la recogida de los residuos orgánicos. De hecho, a partir de julio de 2022 ya tendrá que ser efectiva para los municipios que superen los 5.000 habitantes, y, a partir del 2024, para los que no alcancen esta cifra.

Estas cuestiones vislumbran la necesidad inmediata de los entes locales de adaptar los Planes Locales de Prevención y Gestión de Residuos para poder garantizar la recogida selectiva de residuos manteniendo los principios de eficiencia y eficacia. Todo esto colisiona con las evidentes alteraciones en los costes de explotación asociados al servicio, así como las modificaciones contractuales que se deriven. Inherente a ello, se encuentra la primera reflexión que los equipos técnicos locales deben encarar: el modelo de recogida de residuos sólidos urbanos más adecuado a la realidad del municipio y/o ciudad. Hoy en día, existen dos alternativas predominantes a tal el efecto: el modelo “Puerta a Puerta” y el modelo con contenedores cerrados e identificación de personas usuarias. Se trata de una decisión que no solo tiene el mencionado calado económico sino también social ya que se trata de un servicio que requiere de un contacto estrecho y diario con las persones ciudadanas.

Consecuentemente, tomar la decisión merece de rigor en el análisis y evaluación exhaustiva de los puntos críticos para tener en cuenta antes de deliberar, así como técnicamente intentar conseguir los consensos de los grupos políticos (básicos para poder desempeñar un cambio como el expuesto).

La Mancomunidad Penedès-Garraf (Cataluña) nació a principios de los años 80 del siglo XX con el objetivo de sumar esfuerzos y medios para cubrir de forma conjunta las necesidades del territorio. Somos una administración local formada por la asociación voluntaria de 35 ayuntamientos y una población total de 270.932 personas (334,63 hab./km2), residentes en las comarcas del Alt y Baix Penedès y el Garraf (Provincias de Barcelona y Tarragona). Nuestra misión es realizar y prestar servicios en común. El trabajo, los recursos conjuntos y las economías de escala posibilitan la oferta actual de servicios públicos a las personas ciudadanas de su territorio. Uno de ellos es la recogida selectiva de residuos sólidos urbanos. De hecho, recientemente hemos suscrito un nuevo contrato de recogida para 5 de los municipios con modelo de recogida “Puerta a Puerta”, añadiendo las nuevas tecnologías en los cubos. Pues se trata de entes locales que ya lo practicaban hacía años y/o tenían la decisión técnica tomada des de hace tiempo.

 

 

Para el resto de los municipios que nos tienen delegado el servicio, nos enfrentamos a la decisión de desplegar un nuevo modelo de recogida selectiva de residuos sólidos urbanos, con el añadido que debemos preservar el reto de mancomunar el servicio ante realidades municipales muy heterogéneas: contamos con pueblos de menos de 5.000 habitantes y ciudades con más de 30.000. Conociendo las ventajas y desventajas del modelo “Puerta a Puerta” por experiencia en los comentados pueblos, y habiendo realizado un estudio técnico prospectivo sobre la situación de la recogida actual en el territorio y también futura según previsión de residuos generados, decidimos realizar un testeo real de la recogida con el modelo de contenedores cerrados e identificación de personas usuarias. Como no contábamos con casos estadísticamente relevantes en nuestro entorno más cercano y atendiendo el rigor técnico que antes citaba como indispensable ante tan importante decisión, llevamos a cabo dos pruebas piloto en un par de municipios asociados: Santa Margarida i els Monjos (Alt Penedès), de 7.503 habitantes, y Sant Pere de Ribes (Garraf), de 31.525 habitantes.

El motivo de elegir dos poblaciones distintas era obtener métricas, ergo resultados de las pruebas piloto, en base las mismas variables de la recogida, pero con realidades locales dispares; asimismo, poder extrapolar los datos obtenidos a todos los municipios de la Mancomunitat Penedès-Garraf. Definimos las distintas realidades según características de zonas de los dos municipios que impactan directamente sobre el servicio y el modelo de recogida. Son las siguientes: tipología urbanística, espacios libres públicos y privados, disposición de viales y aceras, actividades económicas y grandes productores, sectorización del municipio y/o perfil socioeconómico de la población.

Ambas pruebas piloto duraron aproximadamente 6 meses (de febrero a julio de 2021), sin contabilizar la fase previa de sensibilización a la ciudadanía sobre el modelo de recogida a testear (de 1 mes aproximadamente), siendo este uno de los factores clave para el éxito en la validación: sin la participación ciudadana y complicidad de la administración local nunca hubieran sido posibles.

 

Las nuevas tecnologías de cierre e identificación en contenedores permiten la aplicación de una tasa justa de residuos, de forma automática, en función de la generación de residuos y la correcta separación, siempre preservando la protección de datos personales.

 

Las pruebas piloto las hicimos en base la sustitución de los contenedores actuales por otros modelos nuevos con la tecnología de cierre e identificación de personas usuarias ya incorporada en su estructura; no fueron dirigidas a todo el municipio, sino en zonas muy localizadas (según características ya descritas) para así poder obtener la mayor información posible sobre los usos y hábitos de la ciudadanía: por ejemplo, la frecuencia y la cantidad de residuos generados tanto en el caso de particulares como actividades comerciales. Los contenedores con esta tecnología, también conocidos como inteligentes o smart, permiten la identificación de las personas mediante un sistema de apertura con tarjetas magnéticas, cuyo vinculo o programación personalizada con las personas ciudadanas se hace a través del registro del catastro de la vivienda o comercio. Con la identificación de las personas usuarias se puede establecer un registro sobre el uso de los contenedores y manejarlo a tiempo real, gracias a las plataformas de gestión de datos que aportan las empresas que suministran dicha tecnología. Este hecho no es baladí, ya que el mecanismo descrito nos da la herramientas de trabajo para la elaboración de una tasa justa de pago de basura para cada vivienda o comercio, de forma automática, en función de la generación de residuos y la correcta separación, siempre preservando la protección de datos personales (un tema que cabe garantizar muy cautelosamente). Este instrumento fiscal es conocido como el pago por generación y/ o participación, siendo su implementación uno de los requisitos que la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, obliga a los municipios para los próximos años. Consecuentemente, podemos afirmar que las nuevas tecnologías son palancas positivas para gestionar el cambio en este aspecto.

En las pruebas piloto, las personas usuarias utilizaban la tarjeta magnética para abrir los contenedores de la fracción orgánica y del rechazo. Además, concretamente en la realizada en el municipio de Santa Margarida i els Monjos, también incorporamos el cierre en los contenedores de la fracción de envases.

Este sistema también permite limitar los horarios y/o calendario de apertura de cada contenedor inteligente. En nuestro caso, no lo activamos. Asimismo, en ambos casos, restringimos el uso del contenedor de rechazo a miércoles y domingo, para incentivar la separación de los residuos recuperables por parte de los vecinos y vecinas.

 

Las pruebas piloto han sido la palanca necesaria de la Mancomunitat Penedès-Garraf para validar y diseñar el modelo de recogida de residuos de la mayor parte de sus municipios.

 

Los resultados obtenidos de las pruebas piloto han permitido el equipo técnico de la Mancomunitat Penedès- Garraf esbozar las siguientes conclusiones respeto el modelo de recogida con contenedores cerrados e identificación de personas usuarias:

A nivel de resultados en los índices de recogida selectiva de residuos sólidos urbanos, gracias al modelo y la tecnología constamos que ha habido un incremento de la recogida de la fracción orgánica y una reducción de la fracción rechazo en menos de 3 meses: de hecho, los kilogramos recogidos de residuo orgánico superan los de rechazo durante todas las semanas de las pruebas piloto des del momento que se aplica la restricción de apertura del contenedor gris: se activó pasado 1 mes del inicio de las pruebas con el fin de facilitar el acomodo ciudadano al modelo.

Por otro lado, más del 70% de las personas usuarias domésticas que disponían de tarjeta magnética hicieron uso de los contenedores inteligentes. En el caso de los establecimientos comerciales este porcentaje desciende hasta el 56%. Este punto nos indica que seguramente sea necesario buscar una solución para los establecimientos comerciales diferenciada de la doméstica, que pase por una recogida “Puerta a Puerta” mejor adaptada a su idiosincrasia. Segmentar los modelos de recogida de este modo, también permite minimizar la cantidad de contenedores en la calle (a menudo sobredimensionados en número y capacidad) y reducir el consiguiente impacto visual que generan.

En base las encuestas que enviamos a la ciudadanía que había participado en las pruebas piloto, podemos apuntar que se percibe el modelo como una mejora a la hora de gestionar los residuos y la recogida selectiva por núcleo familiar. De hecho, muchas personas comentar ser conscientes que se están produciendo cambios importantes en las obligaciones sobre la gestión de residuos, y por lo tanto, vieron el posible cambio de modelo de recogida como una oportunidad de mejora en su municipio.

A pesar de también contar con una aplicación móvil (App) específica para las pruebas, cuya función era permitir abrir el contenedor y recibir información del servicio entre otras, esta no despertó demasiado interés entre la ciudadanía y establecimientos comerciales. Menos del 15% hizo uso de esta. En definitiva, observamos que se debe dar un uso más dinámico de este tipo de herramienta entre los vecinos y vecinas, explorando gamificaciones o sistemas de incentivos por su descarga: por ejemplo y como una opción, sorteos con un mecanismo de puntos canjeable dentro la App según las aportaciones a los contenedores de las fracciones valorizables.

 

 

Finalmente, resaltamos la importancia enorme que tienen las campañas de educación ambiental previas y durante la implementación del modelo. En el discurso es clave explicar que la tecnología atiende a la voluntad de aplicar una tasa justa sobre la generación de residuos, lejos de la fiscalización negativa o la sanción directa; por lo tanto, siempre muy cerca del lenguaje constructivo. Con ello, las personas ciudadanas de la Mancomunitat Penedès-Garraf de los dos municipios, han entendido el modelo como un amigo de sus hábitos, el cual se adapta incluso mejor que el “Puerta a Puerta” a los mismos, y de esta manera hemos conseguido minimizar el incivismo.

En conclusión, las pruebas piloto han sido la palanca necesaria a la Mancomunitat Penedès-Garraf para validar y diseñar el modelo de recogida de residuos de la mayor parte de sus municipios, con datos fehacientes y un aprendizaje técnico previo básico para enfrentarse con una sólida gobernanza el despliegue de los nuevos contratos vinculados. El reto final del equipo técnico, atendiendo al principio de eficiencia, es construir el estudio económico del contrato. Este debe amparar con cifras la decisión tomada y demostrar que los recursos públicos destinados a las nuevas tecnologías ya testeadas en las pruebas piloto (y también presentes en los vehículos) permiten conseguir a largo plazo economías de escala en las rutas de recogida selectiva de residuos sólidos urbanos (rutas inteligentes). Este hecho daría, como consecuencia inmediata y definitiva para los entes locales, la siguiente: minimizar los costes de explotación del servicio, y poder explicar a las persones ciudadanas que los esfuerzos de inversión en estas nuevas herramientas y su adaptación en el uso diario, puede ser devuelta a través de tasas y el evidente beneficio medioambiental de reciclar mejor. El reto es ya realidad para todos los municipios de España.


876