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En los últimos años, la proliferación de infraestructuras verdes en entornos urbanos ha adquirido una importancia estratégica en la planificación y gestión ambiental. Estos espacios, además de embellecer el paisaje urbano, desempeñan un papel esencial en la mitigación de los efectos del cambio climático, la mejora de la calidad del aire y la promoción del bienestar ciudadano. Este artículo se centra en los Parques y Jardines Históricos de Madrid para analizar sus particularidades y comprender cómo se gestionan las labores de mantenimiento en estos entornos de alto valor patrimonial. Para ello, dialogamos con el Ayuntamiento de Madrid y con Yolanda Gómez López, Gerente de Parques y Jardines de Madrid en ACCIONA, empresa adjudicataria de diversos contratos para la gestión y mantenimiento de estos espacios.

El vigente Plan General de Ordenación Urbana de Madrid define como Parques y Jardines Históricos aquellos espacios verdes que han sido formalmente declarados como tales. En la actualidad, se identifican nueve en la ciudad, diferenciados según su titularidad. Seis de ellos son de gestión municipal: El Retiro, Casa de Campo, Parque del Oeste, Fuente del Berro, Capricho de la Alameda de Osuna y Quinta de los Molinos. Los tres restantes, de titularidad no municipal, incluyen el Real Jardín Botánico, el Campo del Moro y la Quinta de Vista Alegre.

ACCIONA y el Ayuntamiento de Madrid apuestan por la innovación en el servicio, usando nuevas tecnologías para hacerlo más sostenible y mejorar la experiencia de la ciudadanía.

No obstante, la clasificación oficial no impide que otros parques, por su historia y valor patrimonial, puedan ser considerados históricos en un sentido más amplio. Ejemplo de ello son la Dehesa de la Villa y la Quinta de Torre Arias, esta última aún de titularidad privada cuando se elaboró el vigente Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM). Además, dicho plan incorpora un amplio Catálogo de Parques y Jardines de Interés, en el que se incluyen espacios clasificados en cuatro niveles, con independencia de su titularidad, ya sea municipal o no municipal.

Retos en la gestión del patrimonio verde

Desde el Ayuntamiento de Madrid advierten que la conservación y gestión de estos parques requiere abordar múltiples retos de manera integral. El principal desafío radica en su riqueza vegetal y ambiental, ya que albergan árboles de gran antigüedad y dimensiones, los cuales brindan valiosos servicios ecosistémicos y deben ser preservados en un contexto de cambio global. A esto se suma su valor histórico y cultural, estrechamente vinculado al componente vegetal y que incluye la presencia de arquitecturas singulares que reflejan la concepción original del parque. Desde el consistorio, destacan su importancia como espacios públicos de primer orden en Madrid: “la sociedad demanda cada vez más el disfrute de estos espacios abiertos, que son fuente de bienestar y de salud para la ciudadanía, por lo que el uso respetuoso y racional de nuestros espacios verdes tiene que garantizarse para cumplir con estos objetivos”.

Es por este mismo motivo que ACCIONA incorpora en sus contratos la misión de "transformar las ciudades en auténticos centros de progreso sostenible". La empresa, que gestiona la conservación de más de 133.000 árboles y aproximadamente 1.000 hectáreas de espacios verdes en Madrid, asume también su limpieza y el mantenimiento de infraestructuras clave, como áreas de juegos infantiles y zonas deportivas, mobiliario urbano, instalaciones hidráulicas ornamentales o redes de riego. “Enfrentamos desafíos como equilibrar conservación y uso público, proyectar y ejecutar obras de restauración y mejora respetando siempre los criterios de protección del patrimonio cultural, mantener la biodiversidad, contribuir a la adaptación al cambio climático y gestionar los recursos de manera sostenible”, explica Yolanda Gómez.

Preservar el valor patrimonial y ambiental

El cuidado con el que se llevan a cabo las labores ordinarias de mantenimiento en estos parques constituye una de sus principales señas de identidad. Estas tareas están condicionadas por las arquitecturas, edificaciones y monumentos que albergan, con el fin de preservar los valores patrimoniales sin alterarlos. Cualquier intervención que pueda afectar los diversos aspectos que confieren al espacio su carácter histórico, debe someterse a los dictámenes correspondientes. Por ejemplo, en los parques declarados Bien de Interés Cultural (BIC), los trabajos que exceden el mantenimiento diario deben ser evaluados y aprobados, en su caso, por la Comisión Local de Patrimonio Histórico.

Además de su valor estético, los parques y jardines históricos juegan un papel fundamental en la adaptación al cambio climático y en la mitigación de sus efectos.

Este enfoque no solo garantiza la conservación patrimonio histórico, sino que también refuerza el papel de estos espacios en la adaptación y mitigación del cambio climático. Más allá de su valor estético, los parques contribuyen a la regulación térmica, la mejora de la calidad del aire y el fomento de la biodiversidad urbana. Tal como señala el Ayuntamiento de Madrid, “la adaptación al nuevo escenario climático es una necesidad que se debe contemplar en cualquier espacio verde. En los parques de naturaleza histórica, se debe conjugar además con la preservación de los valores existentes. La renovación de árboles y arbustos se debe hacer priorizando especies ya presentes y que se demuestren adaptadas al rigor del clima madrileño, pero también asegurando que las mismas no van en contradicción con el pasado histórico del lugar”.

Además, destacan que la revisión continua del arbolado es clave para anticipar posibles problemas y actuar con antelación. Otras medidas fundamentales en la gestión de estos espacios incluyen el uso eficiente de los recursos hídricos, la modernización y racionalización de los sistemas de riego, el tratamiento ambientalmente respetuoso de patologías y el fomento de la biodiversidad como estrategia para reforzar la resiliencia de estos entornos.

Innovación tecnológica para una gestión más eficiente

Un claro ejemplo de esta apuesta por la innovación es la incorporación de una flota de vehículos con etiqueta cero, que en el caso de los eléctricos no emiten CO₂ y, en el de los híbridos, mantienen bajas emisiones. Esta transición sostenible cobra especial relevancia en Madrid, donde los servicios urbanos gestionados por el Ayuntamiento dependen de una flota de gran envergadura. “Gracias a estas tecnologías, las emisiones de CO₂ han disminuido de manera significativa, contribuyendo a la mejora del entorno urbano y a la sostenibilidad ambiental de la ciudad”, destacan desde la administración.

Asimismo, la electrificación también se ha extendido a la pequeña maquinaria utilizada en las labores diarias de jardinería, reduciendo significativamente el impacto ambiental de estas actividades. Para impulsar esta transición hacia una gestión más sostenible, ACCIONA, por su parte, incorpora tecnologías avanzadas para monitorizar y optimizar el consumo energético, además de utilizar combustibles alternativos de bajas emisiones en parques y jardines. Estas medidas no solo reducen la huella de carbono y mejoran la calidad del aire, sino que también contribuyen al desarrollo de ciudades más resilientes y sostenibles.

En esta línea, el compromiso de la entidad con la biodiversidad se consolida como un pilar fundamental. Yolanda Gómez destaca las iniciativas recurrentes para su fomento en los parques, entre las que se incluyen el inventario y seguimiento de fauna, la conservación y colocación de nuevas cajas nido para aves y hoteles de insectos para polinizadores, la creación de microreservas y la identificación de bioindicadores que permiten localizar las áreas de mayor riqueza faunística. “Estas acciones no solo favorecen la conservación de la biodiversidad, sino que también refuerzan la resiliencia de los ecosistemas urbanos”, añade.

Este enfoque que combina sostenibilidad e innovación se refleja en un reciente piloto con drones del Digital Hub de ACCIONA. Estos dispositivos han sido empleados para captación de imágenes georreferenciadas de masas de pinar, que han sido tratadas con inteligencia artificial, permitiendo una detección rápida y precisa de los nidos de oruga de procesionaria, con el fin de optimizar los trabajos de retirada. Además, se han captado imágenes con cámaras térmicas para evaluar su posible aplicación en el control de la sanidad vegetal. Por otra parte, están empezando a usar robots para gestión de arbolado y está prevista la instalación de distintos sensores que permitan la telegestión de más labores de conservación, buscando eficiencia y ahorro de recursos.

Experiencias piloto en parques y jardines de Madrid

• Drones con sensores remotos para capturar imágenes convencionales, térmicas y de falso color.

• Sensores en vehículos para recopilar datos de calles y espacios públicos en Madrid.

• Cámaras LiDAR para inventarios.

• Cámaras térmicas para el control innovador de la sanidad vegetal.

• Robots para telegestionar la conservación del arbolado, optimizando recursos y eficiencia.

En este contexto, la aplicación de tecnologías avanzadas se consolida como una herramienta clave para el desarrollo de modelos urbanos más resilientes y sostenibles. La integración de estas innovaciones no solo optimiza la gestión de los espacios verdes, sino que también facilita una adaptación más eficiente a los desafíos ambientales del futuro, garantizando un equilibrio entre conservación, eficiencia y calidad de vida en las ciudades.

Compromiso con el verde urbano

En la actualidad, el auge de los parques y jardines urbanos se perfila como una tendencia clave para el futuro en la construcción de ciudades sostenibles. Estos espacios no solo ofrecen beneficios estéticos y recreativos, sino que se están consolidando como elementos esenciales en la adaptación urbana al cambio climático. A medida que las ciudades crecen y enfrentan desafíos ambientales, los espacios verdes se posicionan como soluciones estratégicas para mejorar la calidad del aire, gestionar las aguas pluviales e incrementar la biodiversidad. Además, la integración de tecnologías innovadoras y prácticas de gestión sostenible en estos espacios está permitiendo optimizar su funcionalidad y expandir su impacto positivo, convirtiéndolos en elementos indispensables para el bienestar de los habitantes y la resiliencia de las urbes ante eventos futuros.

 “Una de las grandes metas de ACCIONA es transformar las ciudades en verdaderos lugares de progreso sostenible”, sostiene Yolanda Gómez, Gerente de Parques y Jardines de Madrid en ACCIONA.

De este modo, la estrategia del Ayuntamiento de Madrid para la mejora de la ciudad pasa, de manera indiscutible, por la conservación y gestión eficiente de todos sus espacios verdes, con especial atención a los parques históricos y singulares. “Nuestro compromiso se traduce en un importante esfuerzo presupuestario para garantizar los recursos humanos y materiales acordes con la magnitud del patrimonio verde disponible para los ciudadanos. Además, apostamos de forma clara y decidida por las ventajas que las nuevas tecnologías pueden aportar a la mejora del medio ambiente urbano”, destacan desde el consistorio.

ACCIONA mantiene este mismo objetivo para los próximos años, con el compromiso adicional de seguir avanzando en la implementación de un centro de control que optimice la gestión de los servicios de manera sostenible. “Este desarrollo contempla la integración de sensores, inteligencia artificial y nuevas tecnologías emergentes, poniéndolas al servicio del equipo de profesionales, cuya experiencia y conocimiento son fundamentales para la conservación de parques y jardines”, expone Yolanda Gómez.

La estrategia del Ayuntamiento de Madrid para la mejora de la ciudad pasa, de manera indiscutible, por la conservación y gestión eficiente de todos sus espacios verdes, con especial atención a los parques históricos y singulares.

Esta apuesta constante por la mejora de los Parques y Jardines Históricos de Madrid permitirá una actualización y modernización continua de sus infraestructuras, garantizando su conservación sin comprometer el valor patrimonial que albergan. Las distintas actuaciones impulsarán una gestión más eficiente y sostenible de los recursos urbanos, equilibrando la preservación de su riqueza histórica y natural con la integración de tecnologías innovadoras que optimicen su mantenimiento. De este modo, estos espacios seguirán siendo referentes culturales y ambientales, adaptándose a los desafíos actuales sin perder su esencia ni su legado histórico