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Los jardines de Bilbao, evolución hacia el jardín amable

Los jardines de Bilbao, evolución hacia el jardín amable
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Publicado en:

181. Tercer Trimestre (2017)
NÚMERO 181


ARCHIVADO EN:

Medio Ambiente

16/01/2018

TEMAS

Bilbao

Parques y jardines

Mantenimiento

Riego

¡Somos de Bilbao, que somos de Bilbao! Esta conocida expresión ha traspasado las fronteras de la villa aportando una pizca de humor a los comportamientos y forma de ser de sus gentes. Sin embargo, la frase también tiene otros significados, entre ellos el literal, “los habitantes de la villa de Bilbao dicen estar orgullosos de la ciudad en la que viven” y ésa es una de sus peculiares maneras de expresarlo.

Los vecinos de la villa de cierta edad y los visitantes que conocieron al Bilbao de hace cuatro décadas han de frotarse los ojos para reconocer aquella urbe en la actual; hay lugares que no han sufrido cambios, claro está. Son precisamente esos lugares los que testifican que estamos en la misma ciudad.

Prácticamente ha cambiado todo en la ciudad: la forma y el color de sus edificios, sus calles y avenidas, la manera de entender la urbanización y, ¡cómo no!, sus zonas verdes; mediante su incremento y las composiciones de diferentes vegetales que conforman sus parques, jardines y plazas dotando a Bilbao de unos bellos paisajes urbanos.

 

Historia reciente de la jardinería municipal

Desde hace 30 años en que se realizó el primer contrato del Ayuntamiento de Bilbao para que una empresa privada prestara sus servicios de conservación e implementación de las zonas verdes municipales a la villa (externalización del servicio), hasta nuestros días, se ha ido recorriendo un camino no exento de dificultades. Varias han sido las empresas contratistas que han prestado sus servicios. En los primeros años citados el propio Ayuntamiento, que disponía de una muy reducida plantilla de personas funcionarias, se reservó algunos jardines que eran mantenidos por éstos, pero con el paso del tiempo, las jubilaciones y los traslados de las mismas obligaron a que toda la gestión de la conservación e implementación fuera realizada por una empresa externa, como así viene siendo desde hace ya varios años. Estas empresas han ido aportando innovación en los medios y en la gestión de los espacios verdes lo que ha permitido que estas infraestructuras vayan evolucionando hasta llegar al momento presente, en que el Ayuntamiento de Bilbao ha iniciado un nuevo contrato de mantenimiento de sus espacios verdes confiando en la Unión Temporal de Empresas constituida por: URBASER S.A. y CYCASA. Estas empresas han planteado una “potente” oferta que se ha plasmado en un contrato que lleva ya un año en vigor y permite en este punto exponer como va su puesta en ejecución y cuyos pormenores a la hora de desarrollarlo se detallan a continuación.

 

La jardinería y nuestra respuesta, datos generales

Los primeros cambios en la jardinería de Bilbao en estos años se aprecian en el diseño de las zonas verdes; de hecho, se han ido sustituyendo las modalidades tradicionales de jardinería que adoptaban formas de jardín francés, italiano o inglés, por formas adaptadas a la villa y a las necesidades de sus vecinos, necesidades que no son inalterables en el tiempo y que las iniciativas ciudadanas consiguen mejorar para así dar respuestas más acertadas a cada reto planteado.

Hoy en día se trabaja más los modelados del terreno para compensar desniveles, lograr amortiguar el ruido y promover visuales de mayor valor estético.

Desde su inicio las zonas verdes se proyectan de acuerdo a la zona específica de ubicación y se estudian las plantas adecuadas a ese entorno y clima concreto para asegurarse de que no se presenten, o al menos se minimicen, los problemas fitosanitarios y cualquier otro que se pueda originar en su mantenimiento.

Ha de tenerse en cuenta que los trabajos tradicionales que componen el oficio de jardinero siguen realizándose.

Sin embargo las mutaciones se producen progresivamente y de esa manera, la disminución en frecuencias en algunos tipos de trabajo, así como los medios utilizados, que son más eficaces y menos contaminantes, marcan los nuevos usos profesionales del oficio. A éstos han de añadirse nuevos enfoques a determinados aspectos de la profesión, como son la gestión del arbolado, la forma de defenderse de parásitos y fisiopatías, los tratamientos contra hierbas invasoras y adventicias y la aplicación de las nuevas tecnologías, así como la gestión de residuos. Con estas pinceladas esenciales el encuadre del servicio de mantenimiento se puede ver y valorar en toda su extensión.

Y puestos a dar datos sobre el alcance de su labor, señalar que su superficie de actuación se extiende sobre 1.383.269 m2 de zonas exclusivamente verdes, así como 14.075 árboles en alcorque y 19.952 en jardines y parques, contando para todo ello con un presupuesto anual de 6.800.006,20 €. Quedarían fuera de estas consideraciones el mantenimiento de los terrenos en pendiente, objeto de otro contrato y los parques forestales que rodean el núcleo urbano.

 

Movilidad y maquinaria. Eficiencia

Las zonas verdes de Bilbao están diseminadas por la superficie de todo el término municipal; en consecuencia, uno de los factores de eficacia en el mantenimiento de estas zonas depende de que los desplazamientos de los operarios sean rápidos, por lo que se han realizado innovaciones en este nuevo contrato. Algunas de ellas se orientan precisamente hacia los vehículos de servicio utilizando vehículos que funcionan con electricidad y en su mayoría accionados con GNC (Gas Natural Comprimido), el cual contamina en menor medida que los combustibles tradicionales y además, produce una notoriamente menor contaminación acústica. En la actualidad, la flota puesta a disposición del contrato es de 40 vehículos de los cuales el 70% son a GNC, el 22,50% son eléctricos y el resto a combustible tradicional. Como puede verse la mayoría de la flota utiliza GNC.

Otro aspecto a tener en cuenta es que los vehículos y una parte de la maquinaria son de la propia UTE adjudicataria y es ella la que los pone a disposición del contrato llevándoselos cuando el mismo termina. Esto presenta una ventaja clara que es la renovación del material cada contrato, con una duración en este caso de 4 años más 2 de prórroga, si así lo acuerdan las partes.

Sin embargo, también presenta una desventaja clara que es lo que ocurre cuando los vehículos tienen un plazo de entrega de varios meses (ocurre con los vehículos a GNC y aquellos vehículos o material que pueda considerarse como no estándar: plataformas de poda, ciertos tractores y equipos de siega, etc.). En estos casos se ha optado por el alquiler de maquinaria cuando sea necesario, no habiendo existido problemas de poder disponer de esta maquinaria alquilada porque estaba disponible en empresas de alquiler locales. No obstante, no se quisiera dar la impresión de que los costes medioambientales no compensan el resto de costes, ya que los primeros se entiende que son determinantes para tener una ciudad amable y sostenible como se pretende.

Otro aspecto a destacar es el de la ubicación de las bases donde se ubica el personal y los medios materiales.

Los tiempos de movimiento del personal a los “tajos” son tiempos perdidos y tienen un coste más o menos elevado de transporte. Pese a que Bilbao no tiene un término municipal grande (41 km2 aproximadamente), un aspecto fundamental de la oferta ha sido que el personal y los medios se distribuyan en dos lugares opuestos de Bilbao lo que minimiza los costes citados y permiten una mayor optimización de la utilización de los recursos disponibles.

Respecto a la maquinaria también ha habido innovaciones, siendo en general de tamaño más reducido y de más fácil manejo por parte de los operarios; desbrozadoras, sopladoras, corta-setos, lo que se ha visto favorecido al ser impulsada por motores eléctricos alimentados por baterías, que consiguen una vez más que se anule la emisión de contaminantes y se rebaje significativamente el nivel de ruido. Al prescindir de motor de combustión interna esta maquinaria nueva, obviamente, no se logra evitar el ruido del hilo al segar o el del rotor de la sopladora, pero la mejoría en la disminución de la contaminación acústica es notoria. Una de las innovaciones que va ligada a la eliminación de hierbas adventicias es el emisor de vapor de agua utilizado para “quemar” estas hierbas, el cual va transportado en un vehículo pick-up. Mediante su uso, se sustituyen los herbicidas de síntesis química, que como se tratará en un apartado posterior, prácticamente han dejado de utilizarse en jardinería.

 

Gestión del arbolado

Los árboles en Bilbao, como en muchos otros lugares, resultan el primer contacto natural entre las calles y edificios y pueden, según se desee, ocultar unas vistas o resaltar otras. De hecho, las conexiones verdes dentro de la ciudad las proporcionan básicamente los árboles en general y los viarios en particular, pues puede afirmarse de ellos que son las venas y arterias de la ciudad. Este arbolado, plantado en diferentes épocas y con distintos criterios, ha tenido una gestión basada principalmente en cuidados de poda, eliminación de las malas hierbas del alcorque y tratamientos de plagas y enfermedades en el caso de que se vieran afectados por ellas.

Este contrato ha comenzado marcado por algunas caídas de ramas grandes y, en ocasiones, en árboles enteros, casi siempre a causa de episodios de fuertes vientos. No se quisiera dar la impresión de que suceden frecuentemente porque son hechos que se dan muy de vez en cuando pero que a veces ocurren y se deben tener en cuenta y sobre todo gestionarlos. Esta realidad ya había obligado a incluir en la redacción del pliego de condiciones la vigilancia de estos grandes vegetales, valiéndose para ello de la evaluación visual del arbolado y aplicándose diversos tratamientos según sean los daños observados en los árboles. A esto hay que sumarle, lógicamente, la inclusión de distintas medidas de prevención ante potenciales caídas inesperadas de los mismos.

Con este Contrato de Mantenimiento se ha dado curso a un Plan de Gestión del Arbolado, en el que además de los trabajos ordinarios de mantenimiento tanto del arbolado, como del entorno en el que crece, también se incluye su supervisión de cara a su previsible potencial de riesgo, tanto de caída de ramas, como por volcado del ejemplar.

Una primera medida en este aspecto, de cara a implementar posibles futuras actuaciones ha sido la inclusión de la totalidad del arbolado (unos 34.000 ejemplares), tanto viario, como el existente en Parques y Jardines, en un Sistema GIS, que en nuestro caso se basa en Geomedia®. En todos estos árboles, además de geolocalización y características específicas de especie, tamaño, perímetro normal y suelo, se ha efectuado un análisis preliminar del riesgo.

Ello nos permite establecer un protocolo de actuación, cuya frecuencia será proporcional a los valores del potencial de riesgo obtenidos.

Otra preocupación es cómo han de ser los alcorques viarios y las formas de cubrirlos para interaccionar lo menos posible con las personas y pavimentos, y al mismo tiempo permitir un crecimiento en grosor y una buena absorción de elementos nutrientes.

En este Plan de Gestión está en desarrollo el incluir cuáles son las especies y variedades de árbol que se van a plantar a futuro, teniendo en cuenta sus alturas de crecimiento máximas para evitar la poda o espaciarla a periodos de muchos años. Otra condición necesaria es la ausencia de problemas fitosanitarios conocidos relacionados con el clima y tipo de terreno; básicamente se desea optar por la especie arbórea idónea por su máximo volumen de copa alcanzable de acuerdo a la posibilidad de hueco que presente el rincón de la villa que se proyecte arbolar, evitando plantar especies cuyo único criterio de selección sea el agrado que nos produce y que obliguen a la poda prácticamente desde su plantación. Esto no implica, no obstante, que se deba renunciar a criterios ornamentales, culturales o de tradición en la elección de nuestros grandes vegetales.

 

La defensa ante los agentes patógenos

Uno de los retos que se generan a aquellos que estamos manteniendo parques y jardines, son los diferentes agentes que atacan y deslucen los vegetales que se encuentran a nuestro cuidado.

La vigente normativa Europea, que en la práctica restringe sobremanera la aplicación de fitosanitarios en núcleos urbanos, obliga a medidas para protegerlos que obvien su uso, a la sazón obliga a replantearse en buena medida las prácticas de jardinería tradicional, desarrollando otros sistemas, como resumen de los cuales pueden agruparse en métodos indirectos y directos.

Como métodos indirectos, se seleccionan especies y variedades de las que no se conozcan en esta localización problemas de ataques ocasionados por plagas y enfermedades, o lo que es lo mismo que no sean necesarios fitosanitarios para su control, que complementados con drenajes, mejora de sustratos y del horizonte de suelo, buena orientación y aireado evitarán situaciones de malas prácticas que favorezcan la aparición de enfermedades. También se incide en dotar a las plantas del espacio suficiente para un desarrollo armónico de los ejemplares, evitando con ello los ejemplares ahilados o débiles, más propensos al ataque de plagas y enfermedades.

Los métodos directos tienen como base la lucha biológica, utilizando a los enemigos de la especie parásita para que mantengan su población controlada y su daño sea mínimo (como ejemplo, en el tratamiento de la procesionaria del pino con la utilización del Bacilus thurigiensis).

También es de aplicación la endoterapia, en la que se procede a la aplicación de productos fitosanitarios autorizados y específicos, mediante la inyección al tronco de los árboles de estos productos, que se trasladan a través de la savia de la planta a todas sus partes, eliminando la plaga o enfermedad que le está afectando. (Ejemplo el tratamiento de la Galereuca en los olmos). Otra medida es la utilización de productos no fitosanitarios, tales como jabones, extractos de plantas, etc., que presentan propiedades de control de insectos parásitos. Como última medida, la utilización de productos fitosanitarios, siempre que su utilización en parques y jardines esté normalizada y permitida por el MAGRAMA (Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y medio Ambiente).

 

Riego

El riego y su control, también se abordan en este contrato, la red de riego ha crecido exponencialmente en los últimos años, hasta el punto en que toda zona verde de nueva implantación lleva dentro del proyecto, uno parte dedicada a la instalación de riego, dibujando en los planos todo el entramado de redes e hidrantes, así como sus válvulas y automatismos.

Si así se programan todas las zonas, desde hace ya años, las zonas verdes ya implantadas anteriormente han ido paulatinamente automatizándose, en cuanto a riego se refiere, quedando rincones muy alejados o seminaturales sin esta instalación. Por tanto, el riego, sus reparaciones, modificaciones y reprogramaciones se han convertido en uno de los pilares del mantenimiento de jardines.

Con la aparición en el mercado de sistemas de centralización de riego se ha evolucionado para adoptar una de las plataformas de gestión integral del riego en el vigente contrato iniciado.

La bondad de este sistema reside en que una sencilla aplicación instalada en el teléfono móvil permite controlar a todos los sectores de riego actualmente instalados, no se hace necesario acudir a la localización del programador para realizar los cambios, un día de lluvia frecuente en esta villa, hace innecesario regar basta con aplicar la orden de paro con carácter general y el riego ese día no se activará.

Como contrapartida el despliegue de concentradores (coordinador entre sistema de control y unidades remotas) por un lado y repetidores (transporte de señal) por otro, ha requerido de un notable esfuerzo laboral para llegar con la señal a todos los rincones de la villa, señal necesaria para el control de los automatismos, y que también necesita cuando menos, de una vigilancia de los aparatos instalados, que pueden ser objeto de vandalismo o simplemente se pueden averiar, dejando de ser operativos y afectando a una zona.

Con esta interacción entre operador y equipos, los siguientes pasos son lógicos y sencillos, se instala una estación meteorológica con cálculo de la “evapotranspiración real” que automáticamente recalcula los consumos de agua (consumo estrictamente necesario), avisa de sobreconsumos (posibles averías), pudiendo cerrar el riego. El sistema además puede crecer a medida que se instalen nuevos concentradores o por el contrario disminuir, no necesita de un mínimo para ser operativo.

De la superficie verde total 1.394.078 m2, al inicio del Contrato habían 710.000 m2 que presentaban distintos métodos de riego automático, bien a través de programadores centrales y cableado desde las electróvalvulas, o bien mediante programadores a pilas. Ya se ha uniformizado su control mediante el sistema de riego centralizado SAMCLA®, que permite el control de ambos métodos. En el curso del contrato se incrementará la superficie a regar, con la implantación de nuevos riegos automáticos, acompañados de la correspondiente centralización de los mismos, según el sistema anteriormente mencionado, de forma que el riego se extienda a la mayor parte de las zonas verdes (aproximadamente un 75 % de las mismas)...


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