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Las ciudades europeas dan cuenta de sus avances y desafíos en su transición circular

La Declaración de Ciudades Circulares (DCC) ha publicado recientemente un informe en el que celebra los avances de las ciudades Europeas en economía circular

Las ciudades europeas dan cuenta de sus avances y desafíos en su transición circular
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Publicado en:

203. Primer Trimestre (2023)
NÚMERO 203


ARCHIVADO EN:

Medio Ambiente

06/06/2023

TEMAS

Sostenibilidad

Medio ambiente

Durante 2022, los firmantes de la DCC han presentado informes individuales en los que comparten sus actividades e intervenciones clave en el ámbito de la economía circular, así como los retos que han enfrentado. ICLEI Europa, con el apoyo de la Fundación Ellen MacArthur, ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de los 40 informes presentados, que abarcan las actividades de 2021 y 2022, cuyo resultado ha sido el informe de la Declaración de Ciudades Circulares. Se trata de la evaluación de prácticas de economía circular en ciudades europeas más amplia que se ha realizado. En él, se han identificado ocho tendencias clave para la aplicación de la circularidad en las zonas urbanas europeas, además de los cuatro principales obstáculos que dificultan la economía circular.

 

La Declaración de Ciudades Circulares (DCC) ha publicado recientemente un informe en el que celebra los avances de las ciudades Europeas en pos de la transición a una economía circular. Ciudades como Murcia, Budapest y Copenhagen, entre otras, han dado cuenta de sus estrategias, que incluyen soluciones ejemplares y reproducibles.

 

Veinte ciudades analizadas en el informe cuentan con estrategias de economía circular o las están desarrollando. Además, el informe destaca que existe un gran potencial para acelerar la transición circular. Más allá de las autoridades municipales, los residentes, los gobiernos nacionales y el sector privado tienen palancas que pueden utilizar para ayudar a lograr la circularidad.

El informe destaca que la transición circular se está produciendo en toda Europa, en ciudades grandes y pequeñas y en distintos sectores. Murcia y Picanya son las ciudades españolas que han contribuido al informe del DCC. La primera destacó su estrategia integral de economía circular, que actúa como plan de acción para sus actividades y objetivos circulares. Ésta abarca todos los departamentos del ayuntamiento e incluye a otras entidades públicas, empresas y habitantes. Los departamentos con mayor influencia en Murcia están sujetos a monitoreo y seguimiento, incluidos los departamentos de turismo, comercio y agricultura. El plan de gobernanza de la estrategia define las funciones y relaciones entre las partes interesadas para una aplicación eficaz. La ciudad liderará la implementación de la estrategia, creando diversos organismos según sea necesario. Los objetivos y metas de la economía circular se establecen en la Estrategia de Economía Circular de Murcia que incluye el objetivo global de alcanzar el 100% de circularidad en 2050.

 

El informe destaca que existe un gran potencial para acelerar la transición circular. Más allá de las autoridades municipales, los residentes, los gobiernos nacionales y el sector privado tienen palancas que pueden utilizar para ayudar a lograr la circularidad.

 

Además, Murcia participa activamente en proyectos europeos, en particular en aquellos relacionados con los biorresiduos. En el marco del proyecto HOOP, Murcia está creando una plataforma en línea para el intercambio de conocimientos entre ciudades con ideas afines que contribuya a apoyar la implementación de proyectos circulares de biorresiduos a gran escala. Como parte de este proyecto, Murcia también es miembro de BiowasteClub y participa bianualmente en talleres sobre el tema de los biorresiduos con otras siete ciudades participantes. Murcia es también una zona de replicación dentro del proyecto CityLoops, que está demostrando una serie de herramientas innovadoras y enfoques de planificación urbana, destinados a promover la circularidad de los flujos de materiales de biorresiduos y residuos de construcción y demolición (RCD). Murcia también participa en el proyecto Valuewaste, que se centra en el desarrollo de un sistema de valorización de biorresiduos urbanos a través de diferentes cadenas de valor, como proteínas y fertilizantes, y en el proyecto LifeEnrich, cuyo objetivo es demostrar una serie de herramientas innovadoras y enfoques de planificación urbana para los flujos de materiales de biorresiduos y residuos de construcción y demolición.

Por otro lado, Picanya aún no cuenta con una estrategia dedicada a la Ciudad Circular, sin embargo, todas las áreas municipales, incluyendo la Alcaldía, la Oficina de Proyectos Europeos, el Área de Sostenibilidad, Rehabilitación y Mantenimiento, colaboran para coordinar la integración de la circularidad en las políticas públicas y supervisar la implementación. De este modo se garantiza la alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los objetivos de desarrollo local se establecen en función del cumplimiento de la Agenda 2030 para el municipio. Picanya también trata activamente de involucrar a sus habitantes en la transición hacia la economía circular. Las iniciativas de la ciudad en este contexto incluyen la organización de puntos de intercambio de libros usados denominados "Libros Libres", el suministro de alimentos frescos y de temporada en los comedores escolares, la distribución de bolsas reutilizables y recicladas, y de envases para llevar a los mercados, y el comercio y la promoción de la compra en tiendas locales.

 

Además de Murcia y Picanya, Alcoi, Manresa, Rivas Vaciamadrid, Sevilla, Vistabella del Maestrat, Valladolid y Valles Occidental representan a España como firmantes de la Declaración de Ciudades Circulares (DCC).

 

Además de Murcia y Picanya, Alcoi, Manresa, Rivas Vaciamadrid, Sevilla, Vistabella del Maestrat, Valladolid y Valles Occidental representan a España como firmantes de la DCC. España y Portugal se encuentran entre los dos países con más signatarios, y el DCC siempre se alegra de contar con más signatarios ibéricos.

Simon Clement, coordinador de Economía Circular de ICLEI Europa, señala que "la Declaración de Ciudades Circulares aspira a tener 150 signatarios para finales de 2025. Esto daría un nuevo impulso a la economía circular en Europa y enviaría una señal clara de que existe una alternativa viable a la economía lineal. Está claro que la lucha contra el cambio climático (y más allá de la necesidad de mantenerse dentro de los límites planetarios) no puede ganarse con el enfoque actual de "tomar-hacer-residuos". Por lo tanto, nos gustaría invitar a las ciudades y regiones de toda Europa que lean este informe a unirse a la comunidad DCC y ayudar a impulsar la acción necesaria."

 

"La Declaración de Ciudades Circulares aspira a tener 150 signatarios para finales de 2025. Esto daría un nuevo impulso a la economía circular en Europa y enviaría una señal clara de que existe una alternativa viable a la economía lineal", afirma Simon Clement Coordinador de Economía Circular de ICLEI Europa.

 

El reporte hace énfasis en el papel de las ciudades para lograr la transición circular, siendo éste uno de los objetivos más amplios de la Declaración de Ciudades Circulares, que se creó no solo para apoyar a las ciudades en la consecución de la circularidad, sino también para destacar el papel crucial que desempeñan en este proceso. Como señala Sarah O' Carroll, Directora de Ciudades de la Fundación Ellen MacArthur: "Nuestras ciudades están en una posición única para impulsar la transición hacia una economía circular. Aunque consumen muchos recursos y energía, también son innovadoras, están interconectadas y albergan concentraciones de capital, datos y talento. La incorporación de los principios de la economía circular en las ciudades puede dar lugar a un cambio significativo a nivel local e impulsar la transformación en todo un país. Este informe pone de relieve la creciente voluntad, por parte de ciudades de todos los tamaños, de realizar la transición a una economía circular. Aunque el progreso no es tan rápido como podría ser, debido a la falta de habilidades, conocimientos y financiación, es inspirador ver muchas soluciones circulares sistémicas ya en marcha."

 

Nuestras ciudades están en una posición única para impulsar la transición hacia una economía circular. La incorporación de los principios de la economía circular en las ciudades puede dar lugar a un cambio significativo a nivel local e impulsar la transformación en todo un país", destaca Sarah O' Carroll, Directora de Ciudades de la Fundación Ellen MacArthur.

 

Filipe Araujo, vicealcalde de la ciudad de Oporto subraya el papel clave de las ciudades en la transición circular: "Pasar de una economía lineal a una circular es esencial si queremos lograr la descarbonización y mantenernos dentro de los límites planetarios. Representa nada menos que un cambio de paradigma, ya que cerrar y acortar los bucles materiales significa adoptar formas completamente nuevas de producir y consumir. Como ciudades, tenemos a nuestra disposición una serie de palancas políticas que pueden ejercer una gran influencia. Creemos firmemente que podemos mostrar el camino a seguir, y liderar y movilizar tanto a las personas como a las organizaciones hacia la transición circular."

En este sentido, el informe destaca que la transición circular se está produciendo en toda Europa, en ciudades grandes y pequeñas y en distintos sectores. "Desde la estrategia de economía circular de Maribor y la iniciativa de compostaje comunitario de Budapest, hasta los cafés de reparación de Gante y el objetivo líder mundial de Haarlem de que el 100 % de la contratación local sea circular para 2030." Lovaina (Bélgica) está estableciendo plataformas digitales para respaldar los servicios de reparación; Torres Vedras (Portugal) está utilizando la contratación pública para invertir en comidas escolares sostenibles; Copenhague (Dinamarca) está utilizando la innovación para encontrar nuevas soluciones radicales para la gestión de residuos; Ljubljana (Eslovenia) anima a los ciudadanos a crear sus propias soluciones circulares; La Spezia (Italia) requiere la reutilización de estructuras existentes en la construcción; y Helsinki (Finlandia) permite la redistribución de alimentos para que los sistemas alimentarios locales sean más regenerativos.

 

 

Sin embargo, no todo son buenas noticias. El informe también menciona que el progreso hacia la circularidad no es tan rápido como podría ser debido a la falta de competencias y conocimientos. Además, la falta de opciones de financiación está frenando el ritmo de la transición a una economía circular. El sector privado y los gobiernos nacionales deben ayudar a desbloquear nuevas oportunidades. Como compradoras de bienes y servicios, las ciudades pueden contribuir utilizando su poder adquisitivo para predicar con el ejemplo e impulsar el cambio entre sus proveedores. Por último, los ciudadanos deben ser conscientes de su papel crucial. Dan forma a las normas culturales y las expectativas políticas, que deben adaptarse a los cambios introducidos por las autoridades urbanas para que las ciudades se vuelvan verdaderamente circulares.


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