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Contenedores inteligentes en la Comarca de Pamplona: el camino hacia un reciclado de alta calidad

Los contenedores de orgánica y resto con apertura electrónica ha favorecido el incremento de la recogida separada, especialmente la orgánica, con incrementos del 150%

Contenedores inteligentes en la Comarca de Pamplona: el camino hacia un reciclado de alta calidad
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202. Cuarto Trimestre (2022)
NÚMERO 202


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Medio Ambiente

17/02/2023

TEMAS

Medio ambiente

Residuos

La reducción en la generación de residuos, su reutilización, la recogida separada y su aprovechamiento posterior, son en los últimos años los grandes retos que afrontan los gestores de residuos y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona en concreto.

La separación adecuada de todas las fracciones, y en especial de la materia orgánica en los hogares, así como su depósito en el contenedor adecuado son el primer eslabón de la compleja cadena que nos llevará hacia la economía circular y la obtención de recursos tras el tratamiento de los residuos.

Hace ya siete años que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona finalizó la implantación del quinto contenedor de color marrón reservado para la recogida separada de materia orgánica. Era un contenedor que incorporaba una cerradura mecánica que se accionaba mediante una llave que había sido distribuida previamente en todas las direcciones postales que mostraron voluntariamente interés en comprometerse con esta separación.

Esta implantación era el primer paso para reducir la materia orgánica depositada en el contenedor de resto y, en consecuencia, evitar el envío al vertedero de este recurso que ocasionará numerosos problemas ambientales como la generación de lixiviados y la emisión de CO2 a la atmósfera.

Un cambio de esta magnitud no solo cambiaba el paisaje de la Comarca con un quinto contenedor, sino que implicaba trasladar a la ciudadanía que la materia orgánica es un recuso del que obtener energía y compost en un proceso emblemático de la economía circular. Esta necesidad requirió la realización de intensas campañas de comunicación, pero como se sabe, los cambios de hábitos y la superación de las inercias ya establecidas, requieren, además, de tiempo y en este caso no disponemos de él. Tanto las leyes europeas como las españolas y la navarra señalan unos objetivos que deben alcanzarse. En el caso de Navarra, la Ley Foral de Residuos y su Fiscalidad, establece que en 2027 se debe separar en origen el 70% de la materia orgánica.

 

 

Tras varios años realizando análisis de caracterización se constató que el sistema de cierre de un contenedor con apertura mecánica había alcanzado un límite que se encontraba muy lejos del objetivo señalado. La recogida en el quinto contenedor no superaba el 15% de la generada, y la mayor parte seguía depositándose en el contenedor de resto.

Los resultados eran concluyentes y el tiempo escaso, por lo que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona inició entre los años 2016 y 2018 un proceso de estudio y análisis para determinar la forma de romper esa barrera que impedía superar el porcentaje de materia orgánica depositada en el quinto contenedor. Desde el inicio se descartó el sistema “puerta a puerta” (implantado en los comercios y hostelería del Casco Antiguo de Pamplona) porque, a pesar de su probada eficacia, no parecía aplicable en un espacio urbano de construcción vertical de más de 350.000 habitantes al que nos dirigíamos.

Diversos estudios y encuestas cualitativas, un análisis de otras experiencias en territorios y ciudades como Guipúzcoa, Amberes, Liubliana, Brescia, Imola, permitieron concretar los detalles para la realización de una prueba piloto que se llevaría a cabo en dos zonas de la Comarca de Pamplona con distintos perfiles demográficos.

Finalizada la prueba piloto, en el año 2020 se pudo constatar que el cierre de contenedores de Materia Orgánica y Fracción Resto había hecho posible triplicar la materia orgánica recogida en el contenedor marrón y disminuir en consecuencia la depositada en el contenedor de la fracción resto.

 

En el año 2020 se pudo constatar que el cierre de contenedores de Materia Orgánica y Fracción Resto había hecho posible triplicar la materia orgánica recogida en el contenedor marrón y disminuir la fracción resto.

 

Estos resultados certificaban las previsiones realizadas tras los estudios precedentes y abrían el camino para alcanzar los objetivos señalados en las diferentes normativas. En consecuencia, se planificó la implantación toda la zona urbana a parir del año 2021 de un sistema en el que los contenedores de materia orgánica y resto incorporarían una cerradura electrónica que podría ser accionada todos los días de la semana con una tarjeta o una aplicación para teléfono, en ambos casos asociada a la dirección postal.

Por otro lado, esta decisión quedó perfectamente alineada con lo establecido posteriormente en la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular (LRSCEC) que marca a las entidades locales los sistemas de recogida que se consideran eficaces para el cumplimiento de los objetivos legales. Señala expresamente que “Entre los modelos de recogida de las fracciones anteriores que establezcan las entidades locales se deberán priorizar los modelos de recogida más eficientes, como el puerta a puerta o el uso de contenedores cerrados o inteligentes que garanticen ratios de recogida similares”

 

La nueva implantación de los contenedores que se inició en septiembre de 2021 se planificó en cuatro etapas de las que ya tres se han ejecutado, lo que supone que el nuevo sistema de apertura llega a 245.000 habitantes.

 

 

Más que se duplica la materia orgánica y aumentan todas las fracciones

La nueva implantación de los contenedores que se inició en septiembre de 2021 se planificó en cuatro etapas de las que ya tres se han ejecutado, lo que supone que el nuevo sistema de apertura llega a 245.000 habitantes, un 69% del total de la ciudadanía destinataria del nuevo sistema.

En la actualidad los estudios de pesaje y caracterización que se han realizado en las dos primeras implantaciones (casi un 50% de las personas destinatarias) nos permiten disponer de unos primeros datos que son suficientemente representativos de la eficacia del sistema y ratifican su idoneidad para alcanzar las tasas de separación establecidas legalmente.

 

La materia orgánica que, tras la implantación del quinto contenedor marrón cerrado con cerradura mecánica, se había estabilizado en estas zonas en un 17%, alcanza ahora el 40%.

 

La materia orgánica que, tras la implantación del quinto contenedor marrón cerrado con cerradura mecánica, se había estabilizado en estas zonas en un 17%, alcanza ahora el 40%, lo que supone multiplicar por dos veces y media la cifra de materia orgánica en la que previamente nos encontrábamos.

Cabe señalar, además, que el resto de fracciones experimenta también un aumento que las sitúa en una posición de privilegio. La fracción de envases recogida en el contenedor se incrementa desde el 34% hasta el 45%. El papel y cartón recogido en el contenedor azul se sitúa en un 76% del generado, ascendiendo 8 puntos desde la implantación del nuevo sistema.

 

 

Parece, por tanto, demostrado que este sistema rompe las limitaciones que se manifestaron con el cierre mecánico del quinto contenedor de materia orgánica y despeja el camino hacia el cumplimiento de la Ley, y el aprovechamiento de los residuos, especialmente de la Materia Orgánica.

No obstante, no deben omitirse algunas cuestiones en las que se debe seguir trabajando.

Por un lado, el aumento del depósito de bolsas fuera del contenedor que si bien es una mala práctica anterior al nuevo sistema, con su implantación se produce un aumento. El efecto más negativo dura apenas unas semanas, aunque cuando se estabiliza se sitúa en cifras algo superiores a las anteriores al cambio.

Por otro, el aumento de depósitos de residuos en el contenedor que no corresponde. Este hecho se produce de forma más intensa en los contenedores abiertos, aquellos en los que no se ha incorporado la cerradura electrónica.

Todo ello se resume en una cuestión que necesariamente hay que plantearse: el primer objetivo se ha alcanzado, la mejora en la separación y depósito de todas las fracciones, pero ¿qué debemos hacer para seguir avanzando en la correcta separación de residuos? La respuesta es compleja, abarca muchos factores sociales, logísticos, normativos, sancionadores, etc. aunque la sensibilización y la educación ambiental sigue manteniéndose como un factor clave y una necesidad irrenunciable.

 

 

 

La campaña. Sin información no hay cambio

La planificación de un cambio tan ambicioso exige un trabajo coordinado y transversal. Por supuesto, el departamento de residuos es el coordinador, pero junto a él deberán trabajar áreas tan dispares como el servicio de atención ciudadana, el departamento de estudios sociológicos, el de tecnologías de la información, el de comunicación y sensibilización, y el de cambio climático. La campaña informativa y de reparto de tarjetas ha sido el marco en el que se han integrado todos los demás trabajos ya que es la primera en comenzar y continúa después de la implantación.

 

La planificación de un cambio tan ambicioso exige un trabajo coordinado y transversal en materia de comunicación al ciudadano.

 

El proyecto supone un cambio de hábitos, una nueva actitud más comprometida por parte de la ciudadanía a la que, por otro lado, se le pide un esfuerzo complementario. Esto requería una comunicación directa, personal, intensa y preventiva en la que además de repartir las dos tarjetas y las credenciales para la apertura con la aplicación de teléfono en cada uno de los 170.000 domicilios y establecimientos comerciales, se reforzaran los mensajes clave sobre los objetivos del sistema, así como resolver dudas y recibir sugerencias. Para ello se creó un equipo de personas informadoras, instruidas para la ocasión, que visitaron puerta a puerta todos los domicilios y establecimientos de cada una de las etapas. De este modo, este nuevo sistema ha ido acompañado de la campaña informativa más ambiciosa, que nunca se había realizado en la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.

Tras el reparto, con el que se pudieron entregar en mano más del 80% de las tarjetas (el resto fue enviado por correo), se realizó la implantación física de los contenedores, lo que suponía de hecho la puesta en marcha del sistema.

Una vez colocados los contenedores inteligentes, continúan las campañas informativas combinando, por un lado, la comunicación en los puntos con más bolsas en la calle y por otro en las áreas en donde se registran menos aperturas de alguno de los dos contenedores. Comienza así una nueva etapa de comunicación con la que se pretende familiarizar a la ciudadanía con el sistema, reducir los efectos adversos y, en definitiva, alcanzar los objetivos de separación que marca la normativa y que en última instancia pretenden fomentar la economía circular y eliminar los vertederos a través de un reciclado de alta calidad.

 

La nueva etapa de comunicación pretende familiarizar a la ciudadanía con el sistema, reducir los efectos adversos y, en definitiva, alcanzar los objetivos de separación que marca la normativa.

 

 

Un proyecto integral

Pero la recogida separada es sólo una de las medidas necesarias para la adecuada gestión de los residuos. Es imprescindible completar el círculo con de una planta de tratamiento que permita obtener todo el potencial energético y de reciclaje de los residuos separados y depositados correctamente. Por ello, la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona va a llevar a cabo la construcción del nuevo Centro Ambiental de la Comarca de Pamplona (CACP), convirtiéndose en un moderno centro de tratamiento integral de los residuos domésticos que se espera tener concluido y en funcionamiento en 2024. A partir de ese momento, se conseguirá un tratamiento del 100% de los residuos de la Comarca y reducir los materiales a vertedero hasta un 35%. De esta manera la Mancomunidad se prepara ya para el objetivo establecido en 2035 de vertido cero.


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