Urbanismo

La Junta de Gobierno Local de Vitoria-Gasteiz, a través del Departamento de Espacio Público y Barrios, ha aprobado el expediente de contratación del proyecto de reverdecimiento del eje Cantón Carnicerías–Santa Ana, una actuación pionera que forma parte del plan municipal para renaturalizar el Casco Medieval y acercar la naturaleza al corazón histórico de la ciudad.

El proyecto, con una inversión total de 269.284 euros y un plazo de ejecución de entre 18 y 20 semanas, se enmarca en el programa europeo LIFE IP Urban Klima 2050, coordinado por el Gobierno Vasco y financiado por la Unión Europea. La actuación cuenta con el apoyo del Centro de Estudios Ambientales (CEA), responsable del plan global de reverdecimiento del Casco Medieval, que incluye también futuras intervenciones en los cantones de Santa Ana, Anorbín y San Pedro, además del diseño de una jardinera tipo replicable en toda la almendra medieval.

Un modelo piloto de naturalización urbana

Se trata de la primera actuación de este tipo en el Casco Medieval, concebida como un proyecto piloto que servirá de modelo para extender el reverdecimiento a otros espacios del centro histórico. El eje de actuación abarca el Cantón de las Carnicerías, la calle Sociedad Vascongada, la calle Gasteiz, el Cantón de Santa Ana, parte de San Vicente de Paúl y la calle San Ildefonso.

El objetivo es naturalizar y embellecer los espacios públicos, creando entornos más amables, habitables y sostenibles, que fomenten la convivencia y mejoren la calidad ambiental del Casco Histórico.

La concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal, ha destacado que “queremos que el Casco Medieval sea también un espacio verde, vivo y confortable. Con este proyecto damos el primer paso para incorporar la naturaleza en sus calles, demostrando que sostenibilidad y patrimonio pueden convivir”.

Los “Kaikus”: microislas verdes para un entorno más habitable

Uno de los elementos más distintivos del proyecto será la introducción de los “Kaikus”, grandes jardineras circulares de acero y madera que combinan vegetación, bancos y plataformas. Estas estructuras se adaptarán a las pendientes de los cantones y funcionarán como microislas verdes, aportando sombra, frescor y biodiversidad con especies de bajo mantenimiento y escasa necesidad de riego.

Las obras comenzarán en las próximas semanas, mientras que las tareas de plantación se desarrollarán entre noviembre y marzo, coincidiendo con el periodo óptimo para el arraigo de las especies vegetales.

Artolazabal ha añadido que “esta primera intervención marcará el camino para seguir extendiendo la infraestructura verde hacia el casco histórico, reforzando el carácter de Vitoria-Gasteiz como ciudad verde y sostenible”.