Infraestructura verde

‘Tarragona Greenbelt’26’ intervendrá en el parque Ecohistórico del Pont del Diable con un proyecto de restauración y renaturalización de los espacios forestales que comenzará en las próximas semanas. La actuación tiene como objetivo principal evitar la erosión que, con el paso de los años, ha ido degradando determinadas zonas de este enclave emblemático del municipio.

El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Tarragona, Guillermo García de Castro, ha visitado esta mañana el espacio y ha destacado que "el parque ecohistórico del Pont del Diable se ha convertido en un pulmón verde del municipio; además, reúne características que lo hacen único respecto a otros monumentos, y esta intervención contribuye a proteger tanto el patrimonio histórico como el natural de nuestra ciudad".

Ordenación de caminos y protección del monumento

El proyecto se articula en dos grandes líneas de actuación. Por un lado, se procederá a la ordenación de los caminos dentro del parque y de los accesos al Aqüeducte de les Ferreres, de forma que se delimitará el acceso mediante cierres de madera en aquellos puntos que han sufrido una mayor erosión por el tránsito intensivo de visitantes. Con ello se busca canalizar el uso público, evitar la creación de dreceras y trazados improvisados y reducir el impacto sobre el suelo y la vegetación.

Por otro, se dará continuidad a los trabajos de prevención de incendios que el Ayuntamiento viene desarrollando desde 2022, mediante tala selectiva de ejemplares de pino carrasco (pi blanc) y su sustitución progresiva por encinas, una especie más resiliente y adaptada a las condiciones de cambio climático.

"En un contexto de aumento de temperaturas, sequías persistentes y cambio climático, este tipo de actuaciones resultan imprescindibles para mitigar sus efectos. Además, es necesario regular los accesos a uno de los monumentos más emblemáticos del municipio, situado en un entorno forestal que debe conciliar la accesibilidad, la conservación y la prevención de incendios", ha subrayado García de Castro.

Nuevos itinerarios, señalización y vegetación más resiliente

El proyecto prevé la creación de dos itinerarios diferenciados, uno más largo y otro más corto, dotados de señalización y paneles informativos sobre las especies vegetales y animales presentes en el entorno. Asimismo, se instalarán cierres de madera para impedir la apertura de nuevos caminos de forma indiscriminada y se reforzará la vegetación en las zonas más erosionadas, favoreciendo su recuperación.

El proyecto prevé la creación de dos itinerarios diferenciados, uno más largo y otro más corto, dotados de señalización y paneles informativos sobre las especies vegetales y animales presentes en el entorno.

En línea con los trabajos de prevención de incendios impulsados por la Concejalía de Medio Ambiente, se llevará a cabo una diversificación de las especies arbóreas en el entorno del Pont del Diable, actualmente dominado por el pino blanco.

De forma consensuada con el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat, a través de la Sección de Bosques y Gestión Forestal, se reducirá de manera selectiva la masa de pino blanco mediante clareos y se potenciará la presencia de encinas y otras especies más resistentes al fuego, incrementando así la resiliencia del ecosistema.

Un proyecto validado por Patrimonio y financiado con fondos europeos

El proyecto ejecutivo ha sido redactado por la empresa Engisic Solucions i Consulting SL, mientras que las obras se han adjudicado a HULEX Gestió Ambiental SL por un importe de 91.419,72 euros (IVA incluido).

La iniciativa ha sido validada por la Comisión Territorial de Patrimonio de la Generalitat, y la mejora de los itinerarios se ha diseñado siguiendo las indicaciones del Departamento de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento, con el fin de alinear la actuación con las necesidades de conservación del Aqüeducte de les Ferreres y su entorno, evitando que este espacio emblemático acabe degradándose por una presión de uso desordenada.

El proyecto Tarragona Greenbelt’26 está subvencionado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU, reforzando así el papel de la infraestructura verde como herramienta de adaptación al cambio climático y de mejora de la calidad de vida urbana.