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Málaga monitorizará el ruido generado por los ciudadanos en las calles más transitadas


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Acciona Web

11/08/2014

El Área de Medio Ambiente monitorizará el ruido producido por las actividades de ocio en algunas de las calles de Málaga  para tener información en tiempo real sobre la evolución de su volumen, así como sobre  la incidencia que causan en el mismo factores como la climatología, la época del año, el día de la semana,  los horarios comerciales y los hábitos de los ciudadanos.

 

El concejal del Área, Raúl Jiménez, ha destacado la importancia de contar con este tipo de instrumentos de obtención de datos. “Esta monitorización no va a resolver por sí sola el problema del ruido, pero sí nos proporcionará datos precisos muy útiles para diseñar estrategias y propuestas de mejora, así como para favorecer la implicación y participación ciudadanas”, ha explicado Jiménez, para quien “es fundamental” la concienciación de todos los usuarios del Centro, tanto vecinos, como clientes y empresarios de la hostelería, para disminuir el problema del ruido.

 

El responsable del Área de Medio Ambiente ha dado a conocer la salida a concurso del proyecto Red Móvil de Monitorización del Ruido del Ocio y Otras Fuentes, consistente en la colocación de sensores de ruido en las calles de mayor concentración de negocios y personas en el Centro Histórico, a las que se incorporará también alguna calle en Teatinos. Los sensores  se instalarán en estructuras de iluminación municipal, nunca en fachadas y viviendas particulares y registrarán de forma continua los datos acústicos. La información será transmitida en tiempo real e incorporada a una plataforma web, que podrá ser consultada por los técnicos, municipales o externos, responsables del proyecto. El proyecto recoge también que, además de los datos acústicos, las instalaciones, que nunca tendrán una finalidad sancionadora, dispondrán del mecanismo necesario para recoger información relacionada con la meteorología y datos ambientales, lo que permitirá relacionar la evolución del volumen del ruido con factores como la temperatura, la presión atmosférica, la humedad, o la velocidad del viento.

 

El proyecto se licitará con un presupuesto inicial de 180.000 euros aportados por la Unión Europea dentro del Programa Pomal. El calendario establecido fija para el próximo mes de diciembre la adjudicación, por lo que no será hasta entonces cuando se conozcan los puntos seleccionados para instalar los monitores de seguimiento del ruido, que serán fijados por los redactores de cada propuesta. Se prevé que la iniciativa se ponga en marcha ya en enero del próximo año, debiendo hallarse en pleno funcionamiento la red a partir del mes de febrero para iniciar un periodo de recogida de datos y estudio de 40 semanas.

 

 

Mapas de ruido

 

La red de monitorización completará los datos obtenidos en los últimos años durante la elaboración de los dos Mapas Estratégicos de Ruido que ya se han confeccionado en la ciudad. Estos mapas estratégicos siguen para su elaboración las directrices de la Unión Europea y, por lo tanto, se centran en la contaminación acústica generada por las fuentes “tradicionales” de ruido, tales como el tráfico, las infraestructuras de transporte o la actividad industrial, pero no hacen incidencia en el efecto que causan en él las actividades relacionadas con el ocio ciudadano y con el tiempo libre, lo que se denomina genéricamente como actividades vecinales. “Con el nuevo proyecto –ha declarado el concejal–­ se podrá profundizar en uno de los problemas que afectan más a la calidad ambiental y la convivencia ciudadana de ciudades como Málaga, en las que es necesario compatibilizar el desarrollo empresarial y turístico con la calidad de vida de los vecinos, debido a que están inmersas en un proceso de revitalización de su centro histórico que conlleva un incremento del número de visitantes y de su oferta de ocio”.

 

 

Normativa acústica

 

La ciudad de Málaga cumple de forma rigurosa con la normativa europea en materia de ruido ambiental relacionado con los transportes y la industria y ha hecho un seguimiento muy estrecho en lo que se refiere a las directrices relacionadas con el ruido generado por el ocio. De este seguimiento se ha podido observar que la  realidad acústica no presenta un mapa fijo, sino que está en continua evolución tanto al alza como a la baja. En los últimos años, se ha comprobado la existencia de calles en el Centro en las que el ruido ha pasado a tener poca o ninguna incidencia: Beatas (tramo comprendido entre las calles Ramón Franquelo y Granada), Ollerías, Ramón Franquelo,  Carreterías, plaza de la Merced  (excepto la acera entre el Mercado de La Merced y la calle de La Victoria), plaza del Teatro, plaza de los Mártires, Mosquera y Hernán Ruiz. También ha disminuido en la Plaza de San Francisco, y las calles Mariblanca, Nosquera, Echegaray y  Tejón y Rodríguez.

 

Por el contrario, se mantiene una importante concentración de actividad hostelera y tránsito de peatones en las calles Beatas (sección comprendida entre Plaza del Teatro y la calle Granados), José Denis Belgrano, Juan de Padilla, Lazcano, Cárcer,  Comedias,  Casapalma, Granados y Méndez Núñez (principalmente por ser ambas zonas de tránsito), Álamos y  Madre de Dios (tramo entre Plaza de la Merced y la calle Mariblanca).

 

Otras calles han pasado a incorporarse al problema debido a la aglomeración de establecimientos y personas: calles Calderería y Sánchez Pastor, plaza Uncibay y calles Granada (tramo entre calle Santa Lucía y Niño de Guevara),  Capitán, Luis de Velázquez,  Santa Lucía, Ángel, Strachan,  Bolsa y Don Juan Díaz y plazas Mitjana y del Obispo, además de la avenida Plutarco (tramo entre las calles Francisco Barbín y  Andrómeda) en Teatinos.

 


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