Medio Ambiente

La Asociación Española de Arboricultura, AEA, ha elaborado un manifiesto en el que apuesta por reconsiderar las prohibiciones de riego de jardines públicos y privados, especialmente en lo relativo al arbolado, y considerar otras restricciones, porque la pérdida de patrimonio arbóreoafecta en presente y al legado a futuro, y no es restituible a corto y medio plazo, y porque se incrementa de forma importante el riesgo de fractura de ciertas especies, especialmente sensibles a la falta de agua.  

Bajo el título "El árbol frente a la escasez de agua. Restricciones de riego de jardines públicos y privados", el escrito advierte de la crisis de sequía que afecta a numerosos municipios en España, según los últimos datos publicados.

Destaca la relación entre la gestión del agua y el patrimonio arbóreo, subrayando la importancia del arbolado en las ciudades. Se menciona un verano atípico con altas temperaturas y se advierte sobre la previsión de futuras olas de calor, considerando la salud de los trabajadores y los efectos mitigadores del arbolado en la ciudad. 

Por ello es esencial que el árbol se desarrolle en su plenituden un entorno urbano, precisando de unas condiciones mínimas, que la Carta de Barcelona resume en su desarrollo refiriéndose a ello como el “ser tratado con Dignidad”.

También se expone la preocupación de los profesionales respecto a la falta de agua para el desarrollo del arbolado y se destaca el papel de la sociedad civil en la defensa del arbolado.

“No porque algo se esté haciendo como se viene haciendo desde hace tiempo, quiere decir que está bien", reclaman.

En este sentido, demandan reconsiderar las prohibiciones de riego de jardines públicos y privados, especialmente en lo relativo al arbolado, e iniciar con carácter urgente determinadas acciones de inversión, normativo y operativo encaminadas a aprovechar un bien escaso que necesitamos, el agua.

Por último, se insta a la opinión pública a debatir la importancia del verde en las ciudades y a priorizar el arbolado para evitar la pérdida de patrimonio arbóreo y sus consecuencias en la salud pública.

"Conscientes de que el arbolado no puede pronunciarse, entendemos que procede elevar la voz motivando la necesidad y justificando las causas", denuncian.