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Las playas del AMB se preparan para el verano con la instalación del equipamiento necesario


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23/05/2019

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Una vez finalizadas las tareas de preparación de la arena, ha comenzado la fase de instalación de las diferentes infraestructuras que dan servicio a millones de usuarios de las playas del litoral metropolitano.

 

Los módulos de servicios son una de las principales infraestructuras que podemos encontrar en las playas. Se trata de habitáculos de gresite cerámico en forma de cubo de 2,5 metros de lado, con cierres de cristal y unas rejas blancas muy características.

 

En los diferentes municipios metropolitanos se han instalado 46 módulos: 18 aseos estándar, 13 aseos vestuario adptats y 15 módulos de salvamento. Los lavabos son los cubos amarillos y hay que pedir la llave al personal para poder acceder. Normalmente están situados junto a los módulos de salvamento.

 

Los módulos de salvamento son cubos rojos que se acoplan, que pueden ser dobles o triples y que disponen de una pérgola superior que hace sombra. Sirven como punto de atención al usuario y de primeros auxilios por parte de los servicios de salvamento y socorrismo. Están equipados con pequeñas salas de cuidados para atender las incidencias leves que puedan producirse en las playas.

 

Estos elementos se instalan cada año al inicio de la temporada y, una vez finalizada, se vuelven a desmontar y se trasallden al correspondiente espacio de hibernación de cada municipio, donde quedan protegidos. El proceso es un poco pesado: hay que transportarlos con tractores y camiones por la arena de la playa hasta el emplazamiento donde se presta el servicio.

 

En cada punto de atención, también se ha instalado señalización que indica qué servicios se prestan en cada módulo en concreto.

 

La gestión de las playas de la AMB incorpora criterios de inclusividad para mejorar la accesibilidad y, como cada año, se tienen en cuenta a la hora de preparar la temporada. Este año se prevé la renovación de casi 1,5 km de pasarelas de madera en todos los municipios. De estos, unos 850 m son de ampliación hasta la zona de baño de las pasarelas existentes en los accesos que durante el invierno se mantienen al principio de la playa para que queden resguardadas de los temporales de mar.

 

En los casos de los puntos del litoral que disponen de asistencia al baño para personas con movilidad reducida, también se coloca un tramo de pasarela enrollable para facilitar el acceso hasta el mismo rompiendo del agua y se habilitan unas plataformas de unos 9 m2, como zonas de estancia anexas a las pasarelas de acceso. Las pasarelas tienen grabado el año de fabricación con el fin de poder controlar la perdurabilidad. Aproximadamente, la mitad de los accesos disponen también de aparcabicicletas en la misma arena.

 

Por otra parte, también se ha instalado el balizamiento de 28 km de zona de baño: se han colocado boyas a unos 200 metros de la línea de costa, que delimitan la zona de baño donde las embarcaciones tienen prohibido acceder.

 

En total se han puesto 13 balizamientos que indican los canales de salida de embarcaciones. Concretamente, dos líneas de boyas que forman los canales que unen la playa con el punto donde se permite la navegación. En estos espacios se instala también señalización específica que informa de la salida de embarcaciones y, por tanto, no se permite la estancia ni el baño.

 

En este mismo sentido, se han emplazado balizamientos específicos en paralelo a los espigones y 13 líneas de ayuda al baño en puntos donde el perfil de la playa tiene muy pendiente.

 

Finalmente, se colocarán 50 sillas de vigilancia de playas y se facilitarán las banderas de estado del mar necesarias para vestir todos los palos de las playas metropolitanas.


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