Medio Ambiente

A finales de noviembre se puso en funcionamiento esta prueba piloto, liderada por el Consorcio del Bages para la gestión de residuos, que consistía en implantar un nuevo modelo de recogida para aumentar la separación de los residuos en el hogar y, por tanto, la índice de recogida selectiva. En la práctica, el contenedor de resto (allí donde ponemos el rechazo que no se puede reciclar y debe ir a parar al vertedero) sólo se puede abrir un día a la semana con una tarjeta personalizada; el contenedor de orgánica se puede abrir todos los días, también con la tarjeta; y los contenedores de envases, vidrio y papel siguen siendo de libre acceso como hasta ahora.

En los tres primeros meses de funcionamiento de este nuevo modelo las cifras se han dado la vuelta: si con el sistema anterior estos municipios hacían, de media, un 73% de residuos que iban a parar directamente al vertedero y sólo un 27% de recogida selectiva, ahora sólo el 21% de los residuos recogidos van al depósito, mientras que el otro 79% se recoge de forma selectiva en las diferentes fracciones: orgánica, papel, vidrio y envases. Rajadell es el municipio donde la selectiva obtiene un mayor porcentaje, con un 83%; Balsareny, un 80%; y Sant Fruitós, un 77%.

Todas las fracciones de selectiva crecen, especialmente la orgánica

La fracción que ha tenido el crecimiento más importante ha sido la orgánica (restos de comida y pequeños restos de poda): antes, de entre todos los residuos recogidos, sólo un 11% correspondía a esta fracción separada correctamente en los hogares. Ahora, la cifra ha aumentado hasta el 42%. La fracción orgánica que se recoge va a la planta de compostaje del Parque ambiental de Bufalvent, donde se transforma en compost, un abono de gran calidad para huertos, jardines y campos.

Con los datos de diciembre de 2018 y enero y febrero de 2019, del total recogido en estos municipios y barrios que participan en la prueba piloto, un 21% corresponde al resto; un 42% a la orgánica; un 15% al ??vidrio (que antes era un 5%); un 12% a los envases (que eran un 6%); y un 10% en papel (que antes también era un 5%).

Unos resultados que superan las expectativas

Este sistema con control de acceso a los contenedores (que ya se aplica en otros países y en el País Vasco) pretende aumentar el porcentaje de residuos que se recogen selectivamente, ya que promueve un cambio de hábitos en la ciudadanía. El objetivo inicial era llegar a un mínimo del 60% de recogida selectiva, que es la cifra que la normativa marca que se ha conseguir el año 2020. Pero tres meses después de la puesta en funcionamiento, el objetivo ya se ha cumplido con creces y la recogida selectiva ha pasado de ser sólo una cuarta parte de los residuos recogidos a ser más de tres cuartas partes.

Actualmente, los municipios consorciados (Bages y una parte del Moianès) tienen la recogida selectiva, de media, estancada por debajo del 40%, contando las aportaciones a los contenedores o en el puerta a puerta, y también las aportaciones a centros de recogida -una fracción que aún no está contabilizada en el proyecto de los contenedores cerrados y que aún podría hacer mejorar levemente el índice de selectiva en estos municipios-.

Al servicio de la ciudadanía

La ciudadanía tiene a su disposición un número de teléfono para comunicar cualquier incidencia, mediante llamada o whatsapp, y poder resolver dudas y problemas que se presenten: 605.332.840.

Desde el Consorcio y los Ayuntamientos de los municipios participantes en el proyecto se hace una valoración muy positiva de estos primeros resultados y se destaca, también, la implicación de la ciudadanía y el buen funcionamiento de la tecnología que se ha desplegado para el cierre de los contenedores y también para poder extraer datos de las aportaciones que se hacen.

Tras la primera fase de implantación, ha comenzado la fase de seguimiento de incidencias, en el que los informadores ambientales se ponen en contacto con aquellas familias que aún no han recogido las tarjetas para poder acceder a los contenedores, o con aquellas que se detecta que hacen un uso poco habitual.