Movilidad

En las grandes conurbaciones urbanas con densidades de población elevadas se produce un volumen intensivo de desplazamientos con vehículos de motor térmico -fundamentalmente diesels- tanto en vías urbanas como interurbanas.

Este hecho ha llevado a que buena parte de las aglomeraciones de población europeas tengan niveles de contaminación por óxidos de nitrógeno que incumplen de forma persistente la normativa de calidad del aire y se hallan muy por encima de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

La falta de garantías públicas para que la población respire un aire limpio ha hecho que la Unión Europea haya abierto dos expedientes de infracción a las autoridades estatales, autonómicas y locales.

El reto de mejorar la calidad del aire sólo se puede abordar desde la necesaria reducción de la contaminación del parque de vehículos. Los países líderes europeos en estrategias ambientales, como Noruega pero también Francia, están haciendo una apuesta pública clara para reducir el parque de vehículos diesel e incrementar la demanda del parque de vehículos eléctrico.

En Noruega, el 20% de los vehículos nuevos que se ponen en circulación son vehículos eléctricos.

Los riesgos de la tecnología eléctrica aún son muy altos, pero aún lo es más la pasividad de los Gobierno a la hora de reducir la contaminación del aire que respiran los ciudadanos.

El Gobierno de la Generalidad, el Área Metropolitana de Barcelona y los cuarenta ayuntamientos afectados por el Plan de actuación para la mejora de la calidad del aire en la Conurbación de Barcelona, horizonte 2020, trabajan juntos para sacar adelante una política pública decidida, que permita acelerar la necesaria transformación del parque de vehículos térmico contaminante.

Los ayuntamientos metropolitanos están desplegando una red de recarga rápida y gratuita que llegará a la treintena de puntos a mitades del 2016, con más de 400 puntos de recarga lenta en aparcamientos públicos, y tendrán lista la normativa para la instalación de puntos de recarga vinculada al domicilio.

En el ámbito municipal, los aparcamientos regulados son íntegramente bonificados para los vehículos eléctricos y, desde el pasado mes de septiembre, el Gobierno de Cataluña tiene en vigencia la bonificación del 100% del coste de los peajes de los ejes viarios que acceden a los términos municipales afectados para la declaración de zona de especial protección atmosférica por contaminante NOx y transitan por ellos. Sólo es preciso disponer de la certificación de calidad del aire que emite el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de forma telemática y gratuita.

En la misma línea, la Dirección General de Calidad Ambiental subvenciona los vehículos que prestan el servicio de taxi en la conurbación de Barcelona.

A fecha de hoy, cerca de 20 taxis eléctricos ya han recibido estas ayudas y la opinión de los usuarios es tan favorable que ya se prevé incrementarlas en un 300% para el año 2016.

Quedan pendientes medidas de fiscalidad ejemplares como las que aplica Noruega, con reducciones del IVA hasta el 7% y con ayudas públicas estables garantizadas; pero ésta es una decisión en manos del Gobierno Central, que, a fecha de hoy, todavía no dispone de un sistema estable de ayudas garantizadas y con condiciones claras para el vehículo eléctrico, tal y como si sucede con la adquisición de vehículos térmicos convencionales en el marco del Plan PIVE, con ocho ediciones sucesivas y más de doscientos millones de euros de presupuesto público anual.

El sector de la automoción constituye uno de los principales motores económicos y de innovación tecnológica en Cataluña.

El necesario compromiso por un aire más limpio y unas ciudades más saludables puede convertirse en el motor tractor de la innovación del automóvil; de la transición hacia una economía moderna y competitiva, basada en el desarrollo de tecnologías que reduzcan la contaminación en origen, incrementen la eficiencia en el uso de recursos y energía y reduzcan las externalidades ambientales y sobre la salud.