Movilidad

La movilidad sostenible es uno de los focos de atención de empresas y particulares. En una sociedad cada vez más preocupada por generar pocas emisiones y el mínimo de residuos posible, han proliferado las opciones ecológicas en el mundo del motor. Vehículos eléctricos, híbridos enchufables o combustibles alternativos como el gas natural comprimido (GNC) o el gas licuado de petróleo (GLP) están ganando terreno a las tecnologías tradicionales y ya suponen el 7% de las ventas en nuestro país.

Si hasta ahora los vehículos diesel y de combustión monopolizaban el mercado, en la actualidad la tecnología híbrida se ha convertido en la opción elegida por muchos conductores. Desde 2015 la venta de coches diesel ha ido cayendo de forma continua y se estabilizará con una cuota del 30% del mercado. De hecho, en 2018 sólo el 44% de las nuevas matriculaciones han sido de este combustible. Sin embargo, los modelos híbridos suponen ya el 5,7% del nuevo parque automovilístico, dato que irá en aumento en los próximos años.

Los expertos apuestan por la tecnología híbrida

A pesar del intento por apostar por el vehículo eléctrico, de entre todas las tecnologías disponibles en el mercado los expertos apuestan por los coches híbridos. “En la actualidad se están imponiendo soluciones ecológicas que son más asequibles que el vehículo eléctrico y que permiten utilizar la parte eléctrica en zonas urbanas y el motor de gasolina para grandes alcances”, afirma José Manuel Pérez Frías, experto en flotas y socio de la consultoría Expense Reduction Analysts. Esta opción, ideal para los conductores que circulen mayoritariamente por zonas urbanas, tiene grandes beneficios económicos para sus propietarios y para el medio ambiente. Además de reducir el consumo de combustible y ser menos contaminantes, permiten acceder a las ciudades de forma cómoda y sin restricciones de horarios. Es por ello que desde Expense Reduction Analysts consideran que la Administración debería incentivar la compra de vehículos con etiqueta ecológica a través de ayudas que permitieran renovar el parque antiguo a una mayor velocidad.  Sin embargo, los expertos siguen apostando por el diesel para los conductores que circulan mucho por carretera. A pesar de las restricciones, la nueva normativa europea de medición de emisiones y el escándalo del “dieselgate”, Pérez Frías afirma que “los nuevos motores diesel son más eficientes y reducen los niveles de óxido de nitrógeno prácticamente a cero”.

El vehículo eléctrico aún no es una alternativa

Aunque el vehículo eléctrico apuntaba a ser el futuro de la movilidad, en 2018 sólo el 0,5% del parque de vehículos era eléctrico y no tiene muchas perspectivas de crecimiento. Los motivos de la escasa acogida de esta tecnología son variados. Por un lado está el alto precio de adquisición, que a menudo es el doble que en los coches diesel o gasolina de características similares. Asimismo, la escasez de puntos de carga a nivel global supone una gran limitación para estos vehículos, que además aún tienen poca autonomía. Es por ello que el consultor coincide con el sector al afirmar que “el vehículo eléctrico no es una alternativa viable porque no se han cumplido las expectativas de alcance ni de accesibilidad a puntos de recarga”. Sin embargo, sí que lo considera una buena opción para empresas de reparto y mensajería que buscan alternativas para la última milla y quieren evitar las restricciones al tráfico que hay en ciudades como Madrid.

Elegir el modelo adecuado y la tecnología óptima, claves para ahorrar

Las empresas y particulares que quieren cambiar el coche viven un periodo de inseguridad e incertidumbre por no saber por qué tipo de vehículo apostar para ser más eficiente y reducir el gasto. Pérez Frías afirma que “elegir el vehículo adecuado puede proporcionar un ahorro de hasta un 35%”. Según el analista, la clave del ahorro se encuentra en elegir el modelo adecuado, la tecnología más eficiente en coste, el consumo óptimo y revisar servicios como el seguro, el tratamiento de los neumáticos o el vehículo de sustitución.

Si hasta ahora la política de flotas estaba orientada a minimizar el coste total de tenencia de los vehículos, las nuevas legislaciones más restrictivas y el aumento de la conciencia ambiental han cambiado el paradigma, que se ha vuelto más complejo. “En los próximos años van a convivir muchas tecnologías y ante la incertidumbre de no saber cuál es el futuro de los vehículos más allá de 2025, la mejor opción es optar por el renting o el alquiler flexible”, asegura el experto.