Alumbrado

La Concatedral de Santa María de La Redonda, uno de los símbolos del casco histórico de Logroño, cuenta ya con una nueva iluminación monumental eficiente. El sistema, compuesto por 17 proyectores y un sistema de control inteligente, permite adaptar la iluminación según diferentes usos y necesidades, combinando estética patrimonial y eficiencia energética.

La intervención se enmarca en el Plan Logroño Enópolis y está financiada con fondos Next Generation de la Unión Europea, dentro del proyecto de iluminación eficiente del alumbrado público del centro histórico monumental. La inversión global del lote que incluye esta actuación asciende a 143.660,95 euros, que también ha permitido renovar el alumbrado del Mercado de San Blas.

Gestión personalizada y eficiencia energética

El nuevo sistema permite crear escenas lumínicas específicas mediante la modificación de intensidades y temperaturas de color, con blancos cálidos o fríos y otras tonalidades según el evento o momento del día. Cada proyector puede ser activado de forma independiente, optimizando tanto el consumo como el efecto visual.

Desde el punto de vista ornamental, la iluminación resalta los elementos arquitectónicos más característicos de la Concatedral, como las portadas y torres, aportando mayor presencia y realce al edificio. En términos de eficiencia, el sistema ofrece un control más preciso sobre los horarios de encendido y apagado y sobre los niveles lumínicos, lo que se traduce en ahorro energético y mayor sostenibilidad.

Mejora integral del alumbrado en el centro histórico

El proyecto ha incluido además un segundo lote de actuaciones por valor de 142.008,48 euros, centrado en la renovación del alumbrado exterior en la calle Portales y su entorno. Gracias a esta intervención, también se han mejorado las luminarias de las plazas del Mercado y San Agustín y de la calle de la Merced, reforzando así el carácter monumental y comercial del centro histórico logroñés.

El encendido oficial de la nueva iluminación contó con la presencia del alcalde de Logroño, Conrado Escobar, y de los concejales Íñigo López-Araquistáin y Ángel Andrés, además de representantes vecinales, del comercio local y del Obispado.