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La comarca catalana del Segrià mejora sus tasas de recogida selectiva tras el cambio al modelo puerta a puerta

Lo evidencian los datos de gestión de residuos municipales correspondientes al año 2018 que ha presentado este jueves en Lleida el director de la Agencia de Residuos de Cataluña

La comarca catalana del Segrià mejora sus tasas de recogida selectiva tras el cambio al modelo puerta a puerta
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El director de la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC), Josep Maria Tost, ha presentado este jueves los datos de generación y gestión de los residuos municipales en los ámbitos de Lleida y el Alt Pirineu y Aran del año 2018. Las cifras, correspondientes a las comarcas del Alt Urgell, Alta Ribagorça, Cerdanya, Garrigues, Noguera, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, el Plan de Urgell, Segarra, Segrià, Urgell y la Valle de Aran, indican un aumento en la generación de residuos per cápita, aunque se sitúa por debajo de la media catalana.

 

Generación por debajo de la media

El año 2018, en el conjunto del ámbito de Lleida y el Alt Pirineu se generaron 206.409 toneladas de residuos municipales, un 4,4% más que el año anterior. Los datos sitúan la generación per cápita en 1,3 kg/hab./Día, por debajo de la media de Cataluña, que es de 1,43 kg/hab./Día. La Val d'Aran es la comarca que más residuos genera de todo el ámbito, con 848 kg/hab./Año, y las Garrigues, la que menos, concretamente 405 kg/hab./Año.

Desde el año 2002, la Val d'Aran es la comarca que más residuos genera de todo el ámbito territorial, con un impacto evidente del turismo. La siguen el Pallars Sobirà, la Cerdanya y la Alta Ribagorça, que superan la generación media de Cataluña.

En cuanto a los residuos recogidos selectivamente, el porcentaje en las comarcas de la demarcación fue en 2018 del 37%, por debajo de la media de toda Cataluña, que es un 41,8%, y lejos aún del objetivo establecido por la Comisión Europea a los estados miembros para el año 2020, que es alcanzar un 50% de reciclaje sobre los residuos generados.

La comarca que mejor separa es el Pallars Sobirà, con un índice de recogida selectiva del 57,29%, y la que menos, la Cerdanya, con el 24,86%. Además del Pallars Sobirà, la Segarra, Alt Urgell, Pla de Urgell y la Alta Ribagorça se sitúan por encima de la media de Cataluña en separación de residuos.

 

El éxito del puerta a puerta

El Pallars Sobirà, con un modelo individualizado de recogida selectiva a casi el conjunto de la comarca (recogida puerta a puerta) ha obtenido unos buenos resultados, en la línea de los objetivos europeos. El sistema puerta a puerta se implantó en la comarca el mes de marzo del año 2015, y le ha permitido pasar de un 30% de recogida selectiva en el año 2014 a las cifras actuales, al borde del 60% ( 57,29%).

La Cerdanya sigue siendo la comarca a la cola de la recogida selectiva en el ámbito de Ponent y Alt Pirineu con un 24,86%. Ocupa esta última posición desde el año 2013, seis años consecutivos.

En el Segrià se empieza a notar un incremento de la recogida selectiva después de un cambio de modelo. El 1 de octubre de 2018, al inicio del cuarto trimestre del año, comenzó la implantación gradual del puerta a puerta en 22 municipios de la comarca. En el resto se colocaron nuevas islas de contenedores. De este modo, la comarca ha pasado de una selectiva del 28,59% en el año 2017 a un 32,45% en 2018, con un incremento interanual de casi 4 puntos, y se espera que esta cifra se incremente bastante más en el año 2019.

En cuanto a los residuos destinados a tratamiento finalista (depósito controlado o incineración), un 62,98% de los residuos municipales que se generaron en el año 2018 en las comarcas de Lleida-Alto Pirineo fueron fracción resto, es decir, residuos mezclados y no recogidos diferenciadamente. Fueron unas 130.000 toneladas, de las cuales 125.653 t fueron destinadas a depósito controlado y 4.347, a incineración.

 

Hacia la individualización de la recogida

Se observa, una vez más, que la recogida selectiva se dispara allí donde la administración pone en marcha en marcha sistemas como el puerta a puerta o de contenedores cerrados con tarjetas de usuario para la ciudadanía. Estos sistemas permiten individualizar la recogida de la basura y establecer una "tasa justa". De este modo, quien menos residuos genera y más y mejor separa paga un recibo inferior de la basura, y viceversa. Poniendo un ejemplo, con una tasa media de unos 120/150 € anuales, una familia que recicla podría pagar 80 € y otra que no lo hace llegaría a pagar 270 €.

Actualmente, la recogida puerta a puerta está presente en 200 municipios. 180 han efectuado una implantación total y 20 lo han hecho de forma parcial, combinándolo con otros sistemas en algunas zonas del municipio.Actualmente, este modelo está presente en 31 de las 47 comarcas y más de 100 municipios estudian implantarlo.Según las cifras disponibles, los municipios con recogida puerta a puerta obtienen, en promedio, índices de recogida selectiva superiores al 60%, mientras que los que no disponen de una recogida individualizada obtienen valores en torno al 35%.

La Comisión Europea fija que los países miembros deben llegar a un objetivo de reciclaje del 50% en el año 2020, esta cifra se incrementa gradualmente cinco puntos cada cinco años hasta 2035 en que los países miembros deben ser capaces de reciclar el 65% de los residuos municipales. El año 2017 la Comisión envió a algunos de los Estados miembros en riesgo de incumplimiento de los objetivos de reciclaje, entre ellos España, la advertencia "Early Warning Report", acompañado de recomendaciones entre las que se pedía la implantación de modelos eficientes de recogida selectiva.

Por otro lado, el modelo de contenedores cerrados con tarjetas de uso para la ciudadanía, implantado como prueba piloto en municipios de la comarca del Bages (Balsareny, Sant Fruitós de Bages y Rajadell), de la Garrotxa (Argelaguer y Santa paz), y Rocafort, en el Segrià, proporciona también resultados elevados, comparables a los de la recogida puerta a puerta.

 

Aumento gradual del canon sobre la disposición del rechazo

Uno de los factores que han de seguir contribuyendo a incrementar los índices de recogida selectiva es el canon sobre los residuos que van a parar a los sistemas finalistas (vertedero e incineración) y que sufragan los entes locales. El canon grava la fracción resto y promueve la prevención de la generación de residuos y la recogida selectiva.

Los países con altos índices de reciclaje penalizan de forma importante el destino al vertedero. En Cataluña el año 2010 el importe del canon, que se añade al precio del tratamiento de los residuos, fue de 10 euros por cada tonelada de fracción resto destinado a depósito controlado. En 2019, este importe alcanzó los 41,3 euros, y ha sido de 20,6 euros si los residuos se valorizan energéticamente a través de la incineración. En el año 2020 el importe será de alrededor de 50 euros cada tonelada destinada al depósito controlado y de 25 euros si se destina a la valorización.

Puede consultar el detalle de la recogida de los residuos municipales del año 2018 para todas las comarcas y municipios al web de la Agencia de Residuos de Cataluña.


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