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La apuesta por modelos individualizados aumenta las tasas de recogida de residuos en la metrópolis de Barcelona

La tendencia al alza iniciada en 2018 ha continuado este año, y se espera que a finales de 2019 el índice de recogida selectiva se sitúe por encima del 36%, en el segundo máximo histórico

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Los resultados de recogida selectiva de residuos en el área metropolitana de Barcelona están mostrando, durante el 2019, una mejora en las cifras, después de que el año 2018 se revirtiera un estancamiento de casi una década. El aumento de la recogida selectiva de la fracción orgánica y del papel y cartón es clave en esta tendencia.

Gracias al cambio en el modelo de recogida de determinados municipios, se espera que la media metropolitana de recogida selectiva se sitúe por encima del 36%, sólo por detrás de 2010, cuando se llegó al 37,2% y en el máximo desde el final de la crisis económica. La cantidad de residuos recogidos que habrán sido separados correctamente superará las 550.000 toneladas en 2019, un 2% más que el año anterior.

En contrapartida, el 60% de los municipios aún están muy por debajo de los niveles de recogida a los que obliga la Unión Europea: un 50% de reciclaje de residuos en el año 2020. El AMB calcula que el cumplimiento de los objetivos europeos ahora permitiría reducir en 15 millones de euros el coste actual, de 140 millones anuales. En caso contrario, el coste del tratamiento podría llegar a aumentar en 45 millones de euros desde ahora hasta 2025.

Esta mejora en los niveles de recogida selectiva es consecuencia directa de la estrategia puesta en marcha por el gobierno metropolitano, que tiene como objetivos apoyar a los municipios metropolitanos para reducir la generación de residuos e impulsar las recogidas selectivas, así como dar el tratamiento adecuado cada material y obtener el máximo de recursos y energía posible a partir de los residuos.

 

 

Según Eloi Badia, vicepresidente de Ecología del AMB, "seguimos demostrando que el cambio de modelo impulsado por la AMB, basado en una individualización más grande de la recogida, funciona. Los resultados son bastante claros y se consolida el cambio de tendencia observado en los últimos dos años, con una cifra récord de recogida selectiva, aunque todavía lejos de los objetivos marcados por la Unión Europea. por ello es importante destacar que en los próximos meses los indicadores pueden mejorar aún más gracias al esfuerzo que la AMB está haciendo para extender el nuevo modelo a toda la metrópolis. aparte de las mejoras que supondrá la nueva contrata de recogida y limpieza en Barcelona ciudad, de manera más inmediata la implantación de los nuevos contenedores con chip en Sant Just Desvern y el Papiol será, sin duda, un punto de referencia. Además, los 26 planes o estudios de mejora que la AMB acaba de licitar en el marco del PREMET25 permitirán igualmente que otros municipios puedan adaptar el se uno sistema de recogida a los estándares que nos marca Europa ".

 

Próximos pasos en planificación y desarrollo de nuevos sistemas de recogida selectiva

El AMB articula sus políticas de residuos en torno al Programa Metropolitano de Prevención de Residuos y Gestión de Recursos y Residuos Municipales 2017-2025 (PREMET25), que marca la estrategia metropolitana para seguir avanzando en la recogida selectiva, que ya está dando frutos. La redacción de este plan fue una de las prioridades del AMB en el anterior mandato 2015-2019, para definir una estrategia que permitiera salir del estancamiento en torno al 35% de la recogida selectiva metropolitana, que se mantenía desde del año 2011. Una pieza clave de esta estrategia es el Acuerdo metropolitano por el residuo cero, que establece que en 2025 todos los municipios metropolitanos deberán desarrollar nuevos sistemas de recogida puerta a puerta o mediante contenedores inteligentes para a las fracciones de resto y orgánica y disponer de una tasa para articular un pago por uso.

El aumento de la recogida selectiva se ha visto impulsado, sobre todo, por una serie de municipios que, con el apoyo dl AMB, se han implicado en la implantación de sistemas que individualizan la recogida, como la recogida puerta a puerta y los circuitos de recogida comercial.

Como novedad, la recogida selectiva metropolitana cerrará en 2019 e iniciará en 2020 con el salto cualitativo que supone el primer despliegue de manera generalizada de contenedores inteligentes en Sant Just Desvern y el Papiol, proyectos puestos en marcha por los ayuntamientos y que han contado con el apoyo técnico y económico del AMB. Este tipo de contenedores tienen como finalidad identificar el comportamiento reciclador individual de la ciudadanía, y se espera que aporten resultados comparables a otros sistemas, como la recogida puerta a puerta, que ha elevado los índices de recogida de los municipios que la han aplicado a cifras cercanas al 70%.

Para impulsar el desarrollo de los nuevos sistemas de recogida, el AMB acaba de licitar la realización de 26 estudios, con el fin de definir una hoja de ruta para garantizar que en el año 2025 todos los municipios hayan desplegado sistemas de recogida individualizada. A partir de un trabajo de análisis de las características sociales y urbanísticas, se harán recomendaciones a cada uno de los ayuntamientos sobre qué modelo de recogida es el más adecuado para su territorio, para que puedan presentar proyectos de cambio de sistema y mejora de la recogida selectiva. Se prevé que los resultados de este trabajo estén listos antes del verano de 2020.

 

Evolución de la recogida por fracciones en la última década

Dentro del aumento de la recogida selectiva, destacan la materia orgánica (que se encuentra en un 35%), que ha recibido un impulso gracias la colaboración con la Agencia de Residuos de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona para garantizar la gestión adecuada de las recogidas privadas y el desarrollo de nuevas recogidas comerciales. También la recogida de papel y cartón sigue mejorando y alcanza un 40%. En cuanto a los envases ligeros y el vidrio, los valores se mantienen muy similares al 2018, en un 55% y un 35%, respectivamente.

El aumento de recogida de materia orgánica es un hecho especialmente positivo, ya que cuando se deposita de manera errónea en el contenedor gris de resto no sirve para ser transformada en compost y metano para obtener energía. Además, la materia orgánica mal clasificada en origen supone un problema ambiental y su tratamiento se encarece sustancialmente.

En el conjunto de la metrópolis, durante el 2019, la generación de residuos ha roto su tendencia creciente y se producirán 9 kg de residuos menos por habitante: cada habitante está generando, de media, 451 kg de residuos al año, frente a los 460 kg de 2018.

Cabe destacar, además, que este descenso se puede atribuir todo a una bajada en la generación de residuos de la fracción de resto y que, por primera vez desde 2010, se incrementa la recogida selectiva en paralelo a una bajada de el resto.

 

Una tasa de residuos más visible para los ciudadanos

Otra de las prioridades del AMB durante el 2019 con respecto a las políticas de gestión de residuos ha sido seguir sensibilizando a la ciudadanía y haciendo pedagogía sobre los costes del tratamiento de los residuos y la importancia de la separación en origen.

En este sentido, se puso en marcha la web http://canvidhabits.amb.cat/residus/, que informa a la ciudadanía sobre la relación entre la producción de residuos y el nivel de recogida selectiva y el coste que asume cada municipio a través de la tasa metropolitana de tratamiento de residuos (TMTR). Además, desde septiembre, conjuntamente con el recibo del agua se está enviando un comunicado a cada domicilio que informa de los resultados de recogida selectiva en los municipios metropolitanos.


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