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Granollers, mejor ciudad recicladora de vidrio del mes de enero


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Granollers ha ganado El contenedor de Oro del mes de enero y ya suma dos victorias en la competición que convoca Ecovidrio en el que participan once municipios, con el objetivo de incentivar el reciclaje de vidrio entre la población. La tasa de reciclaje de vidrio de Granollers, es decir, los kilos de vidrio que se reciclan por cada habitante, ha pasado de ser de 1,41 en enero de 2017 a 1,91 en enero de 2018, lo que supone un aumento del 35,42%. 

 

En reconocimiento a la implicación de la ciudadanía de Granollers con el reciclaje del vidrio, El contenedor de Oro estará instalado en la calle de la Virgen de Montserrat-esquina con la calle del Campo de las Moreras durante todo el mes de febrero , hasta que se conozca el nuevo ganador mensual.  

 

En segunda posición se ha situado Vilafranca del Penedès, que ha conseguido hacer crecer la tasa en un 34,57%, y el Prat de Llobregat completa el podio con un aumento del 34,40%.

 

Teniendo en cuenta los resultados de enero, la clasificación general está encabezada por Vilafranca del Penedès, Girona y Badalona y Granollers se sitúa en sexta posición. 

 

 

Concurso desde el mes de noviembre hasta abril

 

El concurso del Contenedor de Oro comenzó el día 1 de noviembre y se alargará hasta el 30 de abril. Cada mes se continuarán midiendo los residuos de vidrio que se reciclen los municipios participantes y se compararán con los reciclados durante el mismo mes del año anterior. Esto servirá para proclamar mensualmente un municipio ganador, donde se instalará El contenedor de Oro. Al finalizar los seis meses de concurso, el municipio que más haya aumentado la tasa mensual de reciclaje de vidrio será el ganador final y podrá hacer realidad un proyecto de ciudad.

 

 

Beneficios del reciclaje de vidrio

 

El 100% del vidrio depositado en el contenedor verde se recicla y se utiliza para fabricar nuevos envases de vidrio, logrando numerosos beneficios medioambientales, sociales y económicos. Con un gesto tan sencillo como separar los residuos de envases de vidrio y tirarlos al iglú verde, se reducen las emisiones de CO2 y el consumo de energía, se ahorran materias primas, se frena la crecida de los vertederos y se crean nuevos puestos de trabajo.


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