La empresa municipal incorpora seis camiones recolectores de carga lateral propulsados por GNC y dos furgones eléctricos para el Ciclo del Agua, reduciendo emisiones y mejorando la eficiencia y seguridad vial en la ciudad
En su firme apuesta por una movilidad más sostenible, segura y eficiente, EMAYA ha sumado ocho nuevos vehículos a su flota: seis camiones recolectores de carga lateral propulsados por Gas Natural Comprimido (GNC) y dos furgones eléctricos destinados a las áreas de Mantenimiento y Depuración del Ciclo del Agua.
Esta entrega forma parte de un contrato plurianual que prevé la renovación de hasta 15 unidades en tres años. Los nuevos camiones, con capacidad de 23 m³, reemplazarán modelos diésel con más de 12 años de uso, apostando por una tecnología más limpia y eficiente.
Cada vehículo supone una inversión de 270.742,33 euros (sin IVA), alcanzando un importe total de 1.624.453,98 euros (sin IVA), financiados con recursos propios. Está previsto que entren en servicio esta misma semana.
Entre sus beneficios destacan:
Reducción significativa de emisiones de gases de efecto invernadero, partículas y NOx.
Menor contaminación acústica.
Ahorro económico gracias al menor coste del GNC frente al diésel.
Elevadores de última generación para una recogida más precisa y ágil.
Equipamiento de seguridad ADAS con frenado automático de emergencia, detección de peatones y ciclistas, control de crucero adaptativo y alerta de cambio involuntario de carril.
La renovación también incluye dos furgones eléctricos, con capacidad de carga de hasta 1.000 kg y cero emisiones contaminantes, que prestarán servicio en los departamentos de Mantenimiento y Depuración.
Estas unidades se enmarcan en un contrato que contempla la sustitución de hasta cinco furgones en dos años. El coste de cada uno asciende a 55.851,00 euros (sin IVA), alcanzando un total de 111.702,00 euros (sin IVA), financiados en su mayor parte con fondos propios (103.702,00 euros). Al igual que los camiones, estarán operativos esta semana.
Con esta inversión, EMAYA avanza en la sustitución progresiva de vehículos obsoletos, con más de 17 años de servicio y motores diésel o gasolina, por modelos menos contaminantes y tecnológicamente más avanzados.
Este paso refuerza el compromiso de la empresa con los objetivos medioambientales de Palma, impulsando una movilidad más segura, sostenible y alineada con las políticas urbanas de reducción de emisiones.
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