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Medio Ambiente


"Eliminado el puerta a puerta, en 5 años la recogida de orgánica ha crecido un 50%"

Entrevista a José Ignacio Asensio, Diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas. Diputación de Gipuzkoa


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El territorio de Gipuzkoa está posicionado como uno de los más avanzados del estado en materia de recogida y reciclaje de residuos urbanos. Con tasas de reciclaje que superan el 55%, la región se adelanta cinco años a los objetivos para 2025 de la Unión Europea.

Las tasas de recogida selectiva han superado en toneladas y porcentaje a la fracción resto año tras año durante los últimos cinco, haciendo que, junto a la puesta en marcha de las infraestucturas adecuadas, Gipuzkoa avance decididamente hacia una economía circular.

Para conocer en profundidad cuales son los pilares que apuntalan este modelo de éxito, hablamos con José Ignacio Asensio, Diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación de Gipuzkoa, en esta entrevista.

 

¿Cuál es la situación actual de Guipúzcoa en cuanto a recogida y reciclaje de residuos urbanos?

En estos momentos, cuando se analiza cómo está evolucionando la tasa de recogida selectiva y reciclaje es con respecto a los objetivos europeos y en nuestro caso ya estamos cumpliendo los estimados para el año 2025 y seguramente para el año que viene estaremos en la línea de cumplir objetivos del año 2030: en torno al 65% de recogida selectiva y un 35% de valorización material y energética.

Ahora mismo estamos en un 58% de recogida selectiva y eso nos da unos niveles de 55% de tasa de reciclaje. Algo que nos sitúa 20 puntos por encima de nuestro entorno. Esto se ha conseguido gracias a una alta capacidad de gestionar residuos, bien clasificados y con poco nivel de impropios. 

En los últimos 5 años hemos realizado una transformación en lo que a las infraestructuras de tratamiento de residuos del territorio se refiere. Cuando gestionaba Bildu, se cerraron todos los vertederos y no se puso en marcha ninguna alternativa de tratamiento, pero desde que asumimos la responsabilidad en la Diputación foral de Guipúzcoa de resolver este problema, pusimos en marcha toda la construcción de infraestructuras de tratamiento. 

Eso ha supuesto que en estos momentos contemos con, aparte de la planta de compostaje de Epele, con: dos plantas de separación de envases y las cuatros plantas de tratamiento de residuos y valorización energética del Complejo de Zubieta gracias a las que conseguimos cerrar el ciclo de los residuos. Tenemos una planta de biometanización que completa a la planta de compostaje en la que tratamos 10.000 toneladas y el resto, como 35-40.000 lo tratamos en la planta de biometanización. Y al mismo tiempo completamos con el tratamiento del residuo fundamental, que son las escorias, para lo que tenemos también una planta de tratamiento. 

 

"Hace 5 o 6 años teníamos que exportar residuos a nuestro entorno, en estos momentos somos capaces de gestionar todos los residuos urbanos y sin necesidad de vertedero".

 

Centrándonos en la valorización material y energética de los residuos, en ese sentido hemos dado un paso de gigante, en estos momentos obtenemos entre 180 000 y 200 000 toneladas de materiales. Por tanto el paso que nos queda es hacer una buena canalización a la industria para que ese proceso de reciclaje se complete en condiciones óptimas.

 

¿Ya se ha implantado por completo la recogida selectiva?

Sí, la recogida selectiva está totalmente implantada. Basándonos básicamente en los 5 contenedores tradicionales, lo tenemos implantado en todo el territorio. Además, hemos añadido la recogida de los aceites, los puntos limpios con la recogida de RAEEs, textiles y pilas. 

El puerta a puerta fue un fracaso y en estos momentos es absolutamente marginal y poco significativo en Guipúzcoa.

 

¿Por qué habéis apostado por este modelo de recogida y cuáles son las líneas estratégicas de la región en este sentido?

Nosotros no apostábamos por el puerta a puerta desde el principio. Aun así, es una decisión que le corresponde a los ayuntamientos y bien es cierto que en municipios rurales o en barrios más rurales puede tener algún sentido, pero en términos generales y en el ámbito urbano entendemos que es un sistema nocivo, no aceptado por la ciudadanía.

El sistema de recogida tiene que ser amable y aceptado por la ciudadanía y en Guipúzcoa hemos demostrado que eliminado el Puerta a Puerta, en 5 años se ha crecido la recogida del orgánico en un 50 %. Ese es el dato fundamental. 

 

"Cuando a la ciudadanía le pones sistemas amables y hay concienciación ciudadana, funciona más allá de los sistemas. El PAP implica la recogida de residuos por tipología cada día de la semana y eso no es cómodo para la gente".

 

Cuando a la ciudadanía le pones sistemas amables y hay concienciación ciudadana, funciona más allá de los sistemas impositivos. El puerta a puerta implica la recogida de residuos por tipología cada día de la semana y eso incomoda muchísimo a la gente. 

El sistema funciona muy bien y los datos lo avalan.

 

 

 

La recogida de orgánica es una de las claves para avanzar en reciclaje y cumplir los objetivos en la materia. ¿Está totalmente implantado el contenedor marrón en la región? 

Totalmente implantado. Es verdad que los sistemas como la responsabilidad de la gestión en baja de la recogida de residuos es de responsabilidad municipal en la mayoría de los casos se hace a través de las mancomunidades, servicio mancomunado, y aquí caben sistemas con chip, contenedor cerrado, abierto etc. Pero independientemente de que sea un sistema u otro, el 5º contenedor está completamente integrado en el territorio y ha sido fundamental para que tengamos esa mejora de los datos. 

 

¿Cuál ha sido la clave de tanto éxito en la implantación? ¿Qué les recomendarías a otros territorios?

Yo les recomendaría hacer un trabajo conjunto con la ciudadanía, una labor de escucha y concienciación y ayudándoles a aceptar de forma natural aquellos sistemas de recogida que les sean más cómodos y unos sistemas de tasas y de cánones (incluso fiscalidad favorable en algunos casos concretos). 

Optando por el sistema de contenedores, las islas tienen que estar presentes de forma que sean cercanos a la población y que no suponga un esfuerzo adicional. En Guipúzcoa se han juntado todas estas cosas más una dotación de infraestructuras al territorio que es visible y palpable que ese esfuerzo que hacen los ciudadanos se traduce en que hay un canal de tratamiento y que desde las administraciones, mancomunidades y consorcios se realiza un tratamiento adecuado capaz de generar riqueza. Aquí hay que ser muy transparente y tenemos que hacer un ejercicio de información, formación y transparencia con la ciudadanía permanentemente.

 

¿Qué barreras consideráis necesarias superar para avanzar en materia de recogida de residuos en las ciudades?

Estamos en una muy buena senda, yo creo que si seguimos así, en los próximos dos o tres años estaremos cumpliendo los objetivos que se han implantado en Europa para 2030. Por tanto creo que los sistemas que estamos implantando son los adecuados. 

Por supuesto, hay que seguir haciendo campañas de concienciación, campañas de recompensa, campañas más específicas en materiales que quizás hoy en día no tienen tanta presencia de contenedores (aceite RAEEs, cápsulas de café…) y por supuesto, hincapié en los puntos limpios, no solamente los tradicionales, sino aquellos que son los minipuntos limpios más cercanos a la ciudadanía. Estamos llevando a cabo esas experiencias que una vez salen bien se generalizan en el territorio.  

Y en cuanto a infraestructuras, en Guipúzcoa lo tratamos todo pero queremos darle un impulso a la reutilización, así que lanzaremos una construcción que verá la luz el año que viene: el centro de reutilización y reciclaje.

 

"Más allá de cumplir con los objetivos europeos, queremos propiciar un cambio de visión, impulsar esa concepto de que el residuo no es basura sino un recurso".

 

 

¿Hacia dónde se dirige Guipúzcoa en cuanto a residuos urbanos?

Más allá de cumplir con Europa con matrícula de honor, queremos propiciar un cambio de visión, impulsar ese concepo de que el residuo no es basura sino un recurso, un recurso donde tenemos que intensificar nuestras instalaciones de valorización material. 

Contamos con plantas de separación, de compostaje, de tratamiento mecánico-biológico pero debemos dar el siguiente paso, en el que la industria pueda utilizar materias primas secundarias. Hay que abrir un mercado y no quedarnos en el discurso. 

Esa es la labor que nos queda y no es una labor pequeña, más en un territorio tan industrial como Guipúzcoa, esto es más necesario que nunca. 

Falta en algunos casos dar ese último paso de que la industria las acepte como materias primas con un valor en sí mismas y que valen exactamente igual que las materias vírgenes. Es evidente que estamos en mercados que son de nueva creación y hay que hacer cambios normativos. 

 

 

 

¿Qué valoración hacen de la nueva Ley de Residuos?

En general, falta normativa en muchos casos y en otros lo que hace falta es voluntad e información en este ámbito. Desde el punto de vista universitario, nuestros arquitectos e ingenieros, incluso economistas y abogados, deberían tener ese conocimiento de que hay materias con las mismas características que pueden ser aplicadas. 

En cuanto a la Ley de Residuos, nosotros nos sentimos plenamente identificados con muchos de los requisitos. En Guipúzcoa hace dos años hicimos una renovación de la normativa de residuos en el territorio y tenemos una norma foral equivalente a ley de gestión de residuos urbanos, (es verdad que la ley de residuos va más allá, porque incluye industriales), pero se parece mucho a la nuestra: cuanta más prevención mejor, cuanta más facilidad para la reutilización de los materiales, mejor, cuanto más reciclaje, mejor, y evidentemente, evitar el usar el vertedero porque el vertedero no deja de ser enterrar unos residuos y unos recursos. 

 

Sois muy vanguardistas comparativamente con el resto del Estado, ¿en qué espejo os miráis? ¿Quién os sirve de guía?

Bueno, nos han servido de referente distintos países, pero básicamente yo te diría que países como Alemania, donde nuestros números se le parecen mucho, donde el 60-65 % se recupera desde el punto de vista de la valorización material y donde el 30-35 % acaba siendo valorización energética y el vertido sea cero.

 

"Noruega, Suecia o Dinamarca son un buen ejemplo de cómo las buenas políticas ambientales acaban repercutiendo en unas altas tasas de reciclaje".

 

En cuanto a concienciación ciudadana, sin duda, los países nórdicos. Noruega, Suecia o Dinamarca son un buen ejemplo de cómo una buena gestión de residuos y políticas medioambientales acaban repercutiendo en en unas altas tasas de reciclaje. 

No hay que inventarse nada, por nuestras características de ser un territorio industrial, posibilita que nos parezcamos a esos países. Lo que hemos hecho es, en la medida de lo posible, ver lo que funciona, mejorar aquello que se pueda mejorar y utilizar las últimas tecnologías y las más limpias. 

 

Hace poco pusisteis la primera piedra de la Fundación Guipuzcoana de Cambio Climático, ¿qué supondrá para la región?

El cambio climático es un asunto del que tenemos que ser muy conscientes, es un problema global pero lejos de pensar que nosotros no tenemos nada que hacer, hay muchas políticas que tienen que ver con el impacto, tanto las emisiones como las políticas de adaptación, que hay que hacerlas a nivel local. 

El 40% de las emisiones del territorio guipuzcoano las provoca el tráfico, tiene mucha importancia que pasemos del combustible fósil a un transporte electrificado, por ejemplo. Los problemas son globales pero hay que atajarlos a nivel local. 

 

"El cambio climático es un asunto del que tenemos que ser muy conscientes, es un problema global pero hay que atajarlo a nivel local".

 

Analizada la problemática de esta manera, nació Naturklima con 3 objetivos: 

  • Tener un conocimiento claro de cómo nos impactaba el cambio climático en el territorio. Lo primero que hicimos fue crear un observatorio que se nutre de información generada por las administraciones y crea una suerte de “panel de control del cambio climático en el territorio” gracias a 85 variables. Periódicamente se publicarán las mediciones de esas 85 variables identificadas para dar una proyección en cada una de ellas consiguiendo establecer prioridades. 
  • Establecer y compensar la relación de cambio climático y la economía teniendo en cuenta nuestra forma de producir en el territorio. El Circular Hub, la unidad de economía circular, que será la impulsora de start ups, certificaciones, formación e información en ese ámbito y del impulso también de cambios normativos.  
  • La transición energética. En el territorio de Guipúzcoa tenemos una enorme dependencia del exterior que supera el 90 %. Necesitamos evolucionar en el ámbito del hogar y de la pyme, en el ámbito del autoconsumo y de la generación distribuida. En este aspecto tenemos que dar saltos importantes. El Energy Hub que vamos a tener en la Fundación viene a ayudar a que esa transformación se haga de forma ordenada y planificada.  

Tres objetivos materializados en hubs que junto con un sinfín de agentes vamos a acercar a la ciudadanía y al ecosistema industrial esos conocimientos para que hagamos de puente de esa transformación que nos viene. Si no lo hacemos antes de 2030 habremos perdido algo más que un tren. 

 

 

 

¿Cómo será esa sede que se ha denominado "cero emisiones"?

“Cero emisiones” quiere decir que hay que predicar con el ejemplo. Lo que queremos hacer que esto sea una pequeña unidad demostrativa de cómo es posible. 

Estará alimentado por energías renovables, el edificio estará completamente construido con materiales recuperados, el consumo energético será cero; un passive house con todas las letras, donde no habrá generación de residuos y el aprovechamiento de los residuos será máximo. Puede sonar a cuento de hadas, pero como es posible, lo vamos a hacer. 

También va a ser un aula de formación e información, queremos enseñarlo desde a los más pequeños, a toda la sociedad que quiera conocer de cerca los impactos del cambio climático y cómo es posible darle la vuelta a esta otra pandemia que estamos viviendo, más silenciosa, pero que se ha instalado en nuestras vidas para siempre. 

 

Claramente vais en cabeza, hagamos un check list. ¿Cuáles son las claves para conseguir una ejemplar situación en cuanto a recogida y reciclaje de residuos urbanos como la vuestra?

No hay varitas mágicas, lo que hay que hacer es coger modelos que funcionan, en Guipúzcoa no hemos inventado ninguno de los sistemas que hemos implantado. En su conjunto es un sistema muy adaptado a la ciudadanía gracias a que les hemos escuchado. Gracias a ello hemos creado sistemas amables.

Por supuesto, mucha educación desde los escolares hasta todo tipo de colectivos y ser muy transparente en la gestión. Enseñar cómo en la recogida selectiva el esfuerzo que hacemos como ciudadanos termina en aprovechamiento, generando riqueza y empleo.

Es un trabajo permanente y diario, mucha concienciación y participación ciudadana y mucha implicación de las administraciones públicas para generar las infraestructuras necesarias, son las claves.

Y ser flexibles. Hacer adaptaciones a cada territorio, porque no es lo mismo una zona industrial, urbana o rural, pero esas modificaciones hay que hacerlas en función de esas necesidades concretas. En nuestro territorio conviven distintos sistemas y adaptaciones y la verdad es que lo fundamental es que la ciudadanía lo asuma con naturalidad y que todo lo que hagamos desde las administraciones públicas tiene que ser explicable, informado y participado. En Guipúzcoa hemos sido un ejemplo.


Entrevista publicada en el número 196 de Equipamiento y Servicios Municipales.


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