Urbanismo

Abordar un proyecto de urbanismo implica una serie de responsabilidades que crecen día a día al mismo ritmo que aumentan las aspiraciones de los ciudadanos que viven en entornos urbanos.

Si en sus orígenes la misión del urbanista era la de distribuir el territorio de un modo eficiente, ahora se exige una concepción global en la que intervienen factores como la sostenibilidad, ecología, sociología, arquitectura… y un largo etcétera de disciplinas que contribuyen a la creación de los espacios urbanos.

El arquitecto, como artista, siempre busca el modo de crear proyectos de urbanismo que incluyan elementos diferenciales. Pero ya no piensa únicamente en distinguir el espacio con valores estrictamente formales, sino en un conjunto de exigencias entre las que hay que destacar la posterior necesidad de gestión de dichos espacios.

Es en este punto donde surgen algunas de las grandes polémicas en el mundo de la arquitecturaque han sido especialmente intensas durante los últimos años: ¿La arquitectura urbana deja de serlo cuando los elementos que la forman no tienen valor estructural sino únicamente estético? ¿Puede considerarse urbanismo la construcción de obras cuyo mantenimiento supone una carga financiera para la ciudad? ¿Justifica el fin de atracción turístico estas dos actitudes? ¿Puede defenderse lo que popularmente se conoce como “faraonismo” en el urbanismo del siglo XXI?. No vamos a entrar en esta polémica.

La postura de Vortex es clara y bien conocida: Apuestan por espacios urbanos bellos, sostenibles, integrados con el entorno, inclusivos, y que fomenten el desarrollo personal y social.

Su ámbito de trabajo se desarrolla en el diseño y fabricación de juegos para parques de agua sin profundidad. Y se exigen y cumplen todos los valores mencionados anteriormente.

Su misión es ofrecer a los arquitectos urbanistas y responsables políticos que comparten su filosofía una opción para crear valor en sus ciudades.

VORTEX y el nuevo urbanismo

Resulta significativo que el urbanista Ingeniero Carlos Maria della Paolera, primer catedrático de Urbanismo en Argentina, diseñara ¡en 1934! el símbolo del urbanismo centrándolo en sus responsabilidades medioambientales: aire, sol y vegetación. Podría haber elegido una representación más enunciativa: edificios, puentes, carreteras… pero no. Optó por simbolizar no la actividad, sino el valor que debe desprenderse de la actividad. Es muy importante.

El impacto ambiental de cualquier intervención urbana y su posterior gestión sostenible era una aspiración de algunos urbanistas que hoy ya una obligación.

En VORTEX la asumen y defienden. Es el motivo por el que el sistema de gestión de sus parques de agua garantiza un mínimo consumo energético –incluso en los parques con iluminación nocturna– y de agua.

Las instalaciones de VORTEX disponen de Sistemas de Gestión del Agua con tecnología Smartflow™. Un sistema sofisticado e inteligente que, combinado con las boquillas de bajo caudal y el activador del parque, y en función de tiempos y secuencias, optimizan el uso del agua sin restar diversión.

Diversión, otra palabra mágica para Vortex. La diversión también es un valor. Y está al servicio de tu proyecto.

Tú decides cómo quieres distinguir tu proyecto: forma o valor

Con VORTEX puedes tomar la decisión de forma con valor. Y además, tendrás a tu disposición a todo un equipo de profesionales que te asesorarán desde la primera fase del proyecto hasta la puesta en funcionamiento.