Sanimobel cabecera
FCC web

Movilidad


Barcelona y Madrid se sitúan entre las 25 ciudades del mundo más sostenibles en movilidad urbana


1237

02/11/2017

La movilidad urbana es la clave del funcionamiento diario de una ciudad. Por ello Arcadis, firma global en diseño y consultoría para activos naturales y construidos, ha publicado el Índice sobre Ciudades Sostenibles en materia de movilidad 2017, realizado junto con CEBR (Centro para la Investigación Económica y Empresarial, por sus siglas en inglés), en el que se refleja el rendimiento de los sistemas de movilidad de 100 ciudades del mundo.

 

El Índice está basado en 23 indicadores individuales: cada uno representa un componente de la movilidad urbana que incluye desde el compromiso de gasto público destinado a infraestructuras hasta la asequibilidad del transporte público. Estos indicadores se agrupan en tres subíndices: Personas, Planeta y Beneficio. La combinación de estas métricas y subíndices individuales genera una puntuación global en el Índice y ofrece así un escenario indicativo del estado actual del entorno de movilidad urbana de una ciudad.

 

Dentro de las ciudades analizadas con estos indicadores a lo largo de todo el mundo, en España se seleccionaron Barcelona y Madrid como objeto de estudio, las cuales se sitúan entre las 25 ciudades del mundo más sostenibles en movilidad urbana, ocupando el 21º y 24º respectivamente.

 

En primer lugar, es destacable que los datos facilitados por la investigación expresen la asequibilidad del transporte en España: el transporte urbano en Madrid y Barcelona es más asequible que en otras ciudades europeas como pueden ser Londres o Ámsterdam, midiendo la relación de precios de las redes de transporte en comparación con la economía local.

 

Si nos fijamos punto por punto en la investigación, podemos ver en el análisis de la implicación de los sistemas de transporte público en la población que ambas obtienen resultados positivos gracias a la digitalización de las redes de transporte que hacen más sencillo el uso de la misma. Estas posiciones se han afianzado gracias, en parte, a las mejoras realizadas en el transporte que favorecen la adaptación de estos sistemas a personas de movilidad reducida.

 

En cuanto al impacto ambiental de los sistemas de transporte de Madrid y Barcelona, el estudio destaca la proactividad de ambas ciudades de cara a la incentivar la compra y uso de vehículos eléctricos, así como las medidas establecidas para reducir la contaminación del aire y las emisiones derivadas del transporte. 

 

La comparativa de espacios verdes dentro de las ciudades nos permite saber la situación de estas, pero a pesar de que Madrid cuenta con mayor provisión de espacios que Barcelona, ambas distan de la superficie disponible en lugares como Zúrich y Frankfurt. Aun así, es destacable la política de medios de transporte en ambas ciudades, en las que se está invirtiendo en infraestructuras para el transporte en bicicleta, reduciendo así el tráfico y las emisiones de gases efecto invernadero.  

 

La investigación nos ha permitido conocer que las tendencias en movilidad son diferentes en ambas ciudades: mientras que en Barcelona una gran mayoría de la población prefiere caminar o el uso de la bicicleta para ir al trabajo, en Madrid todavía no es una costumbre tan extendida.

 

A pesar del buen rendimiento de ambas ciudades en el índice, en lo referente al horario de apertura del transporte público se sitúan por debajo de ciudades europeas como Londres, que cuenta con un horario de funcionamiento más amplio, lo que les hace perder puntos en uno de los marcadores clave.

 

No solo las ciudades españolas necesitan avanzar en materia de tiempo. De cara a la eficiencia y seguridad de los sistemas de movilidad necesarios para facilitar el crecimiento y el desarrollo empresarial, ambas ciudades se quedan atrás en comparación con otras ciudades como Zúrich y París.

 

 

Las ciudades europeas y asiáticas a la cabeza

 

A nivel global, el índice lo lidera Hong Kong, ciudad que ocupa el primer puesto gracias a su innovadora red de metro y al elevado uso del transporte público, favoreciendo así la movilidad urbana, creando oportunidades económicas y enriqueciendo la vida de los ciudadanos, los turistas y las empresas.

 

Junto a esta ciudad se encuentran las ciudades europeas de Zúrich y París, en segundo y tercer puesto en el índice global respectivamente. Ambas ciudades se encuentran en el podio gracias a su buena posición en lo referente a Planeta y Beneficio, que se debe principalmente a su amplio sistema de infraestructuras, la eficiencia de su red de metro y su compromiso con la tecnología ecológica.

 

En general, las ciudades de Europa destacan por su posición en el índice global, así como en los diferentes subíndices relativos a “Personas”, “Planeta” y “Beneficio”. 

 

  • “Personas”: los sistemas de movilidad tienen diferentes implicaciones en sus usuarios, relacionadas con la cobertura de transporte, la seguridad, las horas de funcionamiento y la popularidad del sistema. En este aspecto, las ciudades asiáticas y europeas se posicionan como líderes. Con Hong Kong a la cabeza, gracias a su eficiente sistema de transporte que satisface las necesidades de movilidad urbana de sus 7,3 millones de habitantes, un total de 4 ciudades europeas están presentes en los diez primeros puestos de este subíndice. Las ciudades españolas de Madrid y Barcelona destacan por ser las ciudades de Europa mejor posicionadas en este subíndice, seguidas por París. Londres ocupa la última posición del Top 10. 
  • “Planeta”: las diez primeras ciudades son europeas, situando a las ciudades alemanas a la cabeza, gracias a un proceso de industrialización temprano, colaboran en la reducción de las emisiones por medio de excelentes infraestructuras para bicicletas, su compromiso con la tecnología ecológica y la integración de los vehículos eléctricos. 
  • “Beneficio”: las ciudades europeas vuelven a ser protagonistas, al representar siete de las diez posiciones, debido a las grandes inversiones en las infraestructuras de transporte y el amplio uso de los sistemas de transporte público. 

 

Los datos arrojados en la investigación demuestran cómo la riqueza económica, el tamaño o la edad de la ciudad no implican necesariamente una movilidad urbana sostenible. Por el contrario, aquellas ciudades que se han arriesgado a invertir en innovación disfrutan ahora de una movilidad sostenible y mayores beneficios en su calidad de vida.


1237

Noticias relacionadas


EN PORTADA