Cada año en Barcelona se generan en torno a 800.000 toneladas de residuos, unos 493 kilos por habitante. El 60 % de los residuos se recogen del contenedor de rechazo y acaban en un vertedero o una planta incineradora
La nueva tasa para la recogida de residuos generados en domicilios particulares entrará en vigor a mediados del 2020 y se computará en el recibo del suministro del agua, como se hace actualmente con la tasa para el tratamiento de residuos. En la mayoría de los casos las tarifas de la tasa oscilarán entre 2,25 y 4,25 euros mensuales y se fijarán según el tramo de consumo de agua de cada vivienda.
La tasa cumple el compromiso del Acuerdo metropolitano por el residuo cero para incorporar sistemas de pago por el uso del servicio de recogida. Antes del 2025 esta tasa se transformará progresivamente, primero en el ámbito de los distritos y después de los barrios, en un sistema individualizado de pago, en el que la cuota que tendrá que pagar cada hogar variará según los residuos que genere. Este sistema individual de pago según la generación de residuos premiará a los vecinos y vecinas que más reciclen y penalizará a los que no lo hagan. Se empezará a aplicar con la nueva contrata de limpieza, pendiente de adjudicación, y la implantación de contenedores inteligentes.
La recaudación de la tasa, un total de 20 millones de euros en el 2020 y 41 millones de euros a partir del 2021, servirá para financiar una parte de la nueva contrata de limpieza, que se aplicará en el 2020, y para cumplir la directiva europea que obliga a los municipios a mejorar la gestión de los residuos e incrementar progresivamente la recogida selectiva. La normativa comunitaria establece que en el 2020 la recogida selectiva tendrá que ser del 50 % y se tendrá que incrementar un 5 % cada cinco años hasta llegar a un 65 % en el 2035.
Actualmente la recogida selectiva en Barcelona se mantiene desde hace unos años entre el 35 y 37 %, el resto se deposita en los contenedores de rechazo, la fracción más costosa de tratar, que no se recicla y que acaba en plantas incineradoras. La recogida y el tratamiento de una tonelada de rechazo cuesta 206 euros, mientras que la fracción orgánica tiene un coste un 40 % inferior, 124 euros.
Con respecto a la recogida selectiva, se calcula que si en Barcelona fuera del 60 %, el precio del tratamiento y la gestión de los residuos sería de unos 163 euros por hogar al año, casi 30 euros menos que actualmente, 191 euros por hogar al año.
La ordenanza fiscal del Ayuntamiento de Barcelona que regula la tasa de la recogida de residuos generados en domicilios particulares prevé exenciones en 12.500 hogares en riesgo de pobreza energética, en cumplimiento de la Ley 24/2015. También prevé bonificaciones en los siguientes casos:
Calendario de aplicación de la tasa para la recogida de residuos
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