La ciudad cerrará el año con 6.214 árboles replantados y una intensa campaña de reposición de arbustos, céspedes y flor de temporada
Barcelona habrá recuperado, a finales de año, un 80 % de los árboles que quedaron afectados durante el periodo de sequía. Con la plantación de este otoño, entre los meses de octubre y diciembre, se reponen un total de 1.839 árboles en todos los distritos. De esta manera, a finales de año se habrán replantado 6.214 árboles de los 7.500 que se calcula que sufrieron los efectos de la sequía y otras patologías habituales, o que se dejaron de plantar a causa de las restricciones de agua.
Hasta ahora, también se ha recuperado más de la mitad de los arbustos perdidos por la sequía y, hasta finales de año, se habrán recuperado 4,3 hectáreas de céspedes. Durante este mes de noviembre está prevista la plantación de flor de temporada en un total de 1.697 metros cuadrados, con más de 31.000 flores de temporada nuevas. El plan de recuperación del verde afectado durante la sequía continuará desplegándose hasta la primavera del año que viene, acompañando siempre los ciclos del verde y plantando en el mejor momento para garantizar la supervivencia de las especies. En total, la previsión es alcanzar los 7.500 árboles y 8,2 hectáreas de planta arbustiva y vivaz.
Durante el otoño también se ejecutan tareas de la campaña de poda y se prevé actuar en 5.300 árboles hasta finales de año, con los trabajos del último trimestre centrados en el arbolado vial. Se trata de actuaciones necesarias de mantenimiento del arbolado, siempre respetando la biología y la estructura del árbol, que permiten eliminar ramas secas, con riesgo de sufrir fracturas, o aquellas que se dirigen hacia las fachadas.
De forma paralela a la campaña de plantación de otoño, continúan las obras para mejorar diferentes espacios verdes: se sustituye el verde estropeado e incorporan especies con menos necesidades hídricas, se mejora el sistema de riego para hacerlo más eficiente y sostenible y se renuevan algunos de los parterres y pavimentos. Estas intervenciones persiguen optimizar el uso del agua, reducir el impacto de futuros episodios de sequía y aumentar la resiliencia de las zonas verdes urbanas.
Con respecto a las revisiones previstas en el plan de riesgo del arbolado, las tareas de este año están prácticamente finalizadas, lo que significa que durante el 2025 se han revisado unos 120.000 ejemplares de árboles, aproximadamente la mitad del arbolado de la ciudad. Este seguimiento sistemático permite detectar incidencias, priorizar intervenciones y mejorar la seguridad y la gestión técnica del patrimonio arbóreo urbano, consolidando una estrategia de gestión del verde basada en criterios técnicos, preventivos y de sostenibilidad.
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