Cada vez más municipios suman biotrituradoras a su parque de maquinaria para mejorar la gestión de restos vegetales. Andorra la Vella se une a esta tendencia con la adquisición de una unidad Greenmech EVO 205D
La gestión de residuos verdes es uno de los grandes desafíos de los servicios municipales. Cada jornada de poda y mantenimiento en calles, parques y jardines genera una gran cantidad de ramas y restos que requieren un tratamiento ágil, seguro y sostenible. Ante esta necesidad, muchos municipios están incorporando biotrituradoras a su flota, equipos que permiten procesar in situ los restos de poda, reduciendo el volumen de material y evitando acumulaciones en la vía pública.
Las biotrituradoras Greenmech, importadas en España por Riversa, no solo disminuyen costes logísticos y facilitan el transporte, sino que convierten los restos vegetales en un recurso útil. La viruta resultante puede emplearse como acolchado en jardines, destinarse a compostaje o aprovecharse como biomasa, ofreciendo alternativas sostenibles frente a prácticas obsoletas como la quema.
Una de las principales ventajas de la gama Greenmech es su equilibrio entre potencia y bajo nivel sonoro. Todos sus modelos integran la tecnología Disc-Blade, un sistema de cuchillas circulares en forma de disco que optimiza el triturado de material fibroso y prolonga la vida útil de las cuchillas hasta 900 horas, reduciendo los costes de mantenimiento frente a otros sistemas convencionales.
El último municipio en sumarse a esta tendencia ha sido Andorra la Vella, que ha incorporado el modelo Greenmech EVO 205D, distribuido por Tot Natura. Esta unidad remolcable está equipada con una tolva de alimentación amplia, rodillos horizontales que estabilizan el flujo de material, un deflector de descarga ajustable en 280º y plegable, sistema de engrase centralizado y un capó de acero insonorizado que mantiene la potencia acústica por debajo de los 114 dBA. Con capacidad de hasta 205 mm y una productividad de 7 toneladas por hora, se posiciona como un equipo de gran rendimiento para trabajos municipales.
Riversa, como importador oficial, ha proporcionado la formación técnica a los operarios municipales, asegurando un uso seguro y eficiente desde la puesta en marcha. Con esta inversión, la capital andorrana refuerza su compromiso con la modernización de los servicios de jardinería y la gestión sostenible de residuos verdes.
La adquisición de Andorra la Vella refleja un movimiento en expansión entre las ciudades europeas, que apuestan por equipos capaces de optimizar el trabajo diario de las brigadas municipales y, al mismo tiempo, generar un valor añadido en términos de sostenibilidad, aprovechamiento de recursos y calidad del servicio público.
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