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Abre la nueva Gran Vía, el corazón más grande de Madrid


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La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, participó el pasado viernes en el acto de reapertura de la nueva Gran Vía que además coincide con el encendido del alumbrado navideño en Madrid. Se abre la nueva Gran Vía tras seis meses de obras que han transformado esta emblemática calle en un espacio más funcional con mayor protagonismo del peatón y la bicicleta. Para ello se han ampliado las aceras, reordenado los carriles de circulación, y se han creado seis nuevos pasos de peatones. Además, se ha mejorado la calidad ambiental y paisajística mediante la plantación de nuevo arbolado y se han estrenado modelos de bancos, luminarias y semáforos.

 

Tras la remodelación, la calzada de la Gran Vía ha quedado configurada con dos carriles de circulación por sentido -uno para transporte público y uno para coches y bicis-. Además, en el tramo entre las plazas de España y de Callao, se ha creado un carril bici independiente del resto de los vehículos, en sentido subida dada la pendiente de la calle en esta zona. De este modo, este tramo tiene cinco carriles, ya que en sentido bajada hacia plaza de España, las bicicletas compartirán calzada con otros vehículos.

 

En cuanto a las aceras, se han ensanchado entre 2,6 y 3,4 metros dependiendo del tramo, lo que da una media aproximada de ampliación de 3 metros. La superficie de espacio peatonal ganado es de 6.800 m2, lo que supone un incremento del 31,24 % respecto a la superficie anterior. La superficie peatonal total después de la ampliación es de 28.571 m2. Una mejora fundamental dada la afluencia de viandantes que ha experimentado la Gran Vía en los últimos años, lo que hacía muy difícil el tránsito peatonal con la anterior configuración, llegándose a contabilizar en las pasadas navidades más de 100.000 peatones por día en alguno de sus tramos de aceras.

 

La calle, por tanto, mantiene su papel como eje fundamental del centro histórico, pero mejorando su funcionamiento al redistribuir el espacio destinado a las distintas formas de movilidad más acordes con las demandas y necesidades actuales: mejora de la comunicación peatonal, la accesibilidad universal, la movilidad ciclista, y la sostenibilidad. El principal objetivo ha sido el de reequilibrar la calle de acuerdo a las necesidades funcionales, ambientales y simbólicas contemporáneas, introduciendo criterios de orden en el espacio disponible.

 

Además, se han reordenado las marquesinas de autobús para optimizar el transporte público acercándolas a los pasos de peatones. El espacio se vuelve más amable con la plantación de 89 árboles de la especie Pyrus Chanticleer -peral de flor-, que tiene hoja caduca y da flores blancas en primavera y se tiñe de amarillo en otoño, marcando el paso de las estaciones. Son de bajo porte, por lo que darán sombra sobre la acera y no limitarán la percepción del magnífico patrimonio arquitectónico de la calle. Estos árboles están acompañados de jardineras con arbustos de diferente color en cada tramo: Plaza España-Callao/Callao-Red de San Luis/Red de San Luis/Alcalá.

 

Bancos y semáforos de estreno

 

La nueva Gran Vía luce mobiliario de nuevo diseño y otros elementos urbanos que se adaptan a la nueva imagen de la calle. Así, en total se han instalado 143 bancos, con lo que ha terminado la anterior escasez de puntos de descanso. De ellos, 110 son bancos de granito y, por primera vez se ha instalado el nuevo diseño de banco de madera elegido en el concurso de ideas, 33 unidades en total. Se trata del diseño ganador del concurso “Bancos para compartir”, convocado en 2016 por el Área de Desarrollo Urbano Sostenible: una pieza de madera y estructura metálica, con respaldo y apoyabrazos, y cuyo diseño modular le permite adaptarse a distintas circunstancias espaciales y personales. Se compone de tres piezas que ofrecen distintas posibilidades de combinación, lo que facilita su adaptación al espacio donde se ubique.

 

También se estrena nuevo modelo de semáforo. De las 95 unidades instaladas, 61 son columnas de un modelo adaptado especialmente para la nueva Gran Vía; y 34 báculos -semáforos altos con extremo superior curvo-, cuyo modelo se ha diseñado exclusivamente para esta calle. Además, sus ópticas luminosas son igualitarias, de esta forma aparecen dibujos de diferentes tipos de parejas.

 

En cuanto al alumbrado, se han instalado 228 luminarias de última generación con tecnología led que cumple los requisitos actuales de eficiencia energética. El mobiliario se completa con papeleras y fuentes para beber en puntos estratégicos de la calle.

 

Por último, cabe destacar la colocación de pavimento drenante en las zonas ajardinadas, lo que permite mayor capacidad de desarrollo a los árboles; y el asfalto fonoabsorbente en toda la calle para mejorar la calidad acústica de la misma.

 

 

Tráfico y accesibilidad

 

Todas las transformaciones adaptan la estructura de movilidad de la calle a su condición de eje fundamental del nuevo Madrid Central, parte esencial del Plan A Cero Emisiones. Este nuevo modelo de movilidad permite mejorar la calidad del aire, el paisaje urbano, la movilidad ciclista y peatonal, y el transporte público, lo que se refuerza con una serie de acciones complementarias, tales como la adaptación de toda la calle a la normativa de accesibilidad universal y supresión de barreras arquitectónicas; y la reordenación del mobiliario para mejorar el espacio público y suprimir obstáculos e impactos negativos. 


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